Durante 2014, las energías renovables en su conjunto aportaron 7.387 millones de euros al PIB español, redujeron nuestra balanza comercial en 2.316 millones, realizaron una aportación fiscal neta al Estado de 970 millones, invirtieron en innovación tecnológica 216 millones, evitaron importaciones energéticas por valor de 8.469 millones, ahorraron 325 millones en emisiones de CO2 y emplearon a 70.750 personas.
Adicionalmente, en el sector eléctrico las energías renovables produjeron ahorros en el mercado diario o pool por valor de 7.105 millones de euros. Este ahorro ha sido 1.867 millones superior a la retribución regulada (antiguas primas) recibida por las renovables. Esta retribución fue de 5.238 millones de euros el pasado ejercicio, un 22% menos que la recibida en 2013.
En conjunto, las energías renovables ahorraron al sector energético 15.899 millones de euros en 2014, en concepto de ahorro de importaciones, emisiones y abaratamiento en el pool.
Son todos datos que recoge el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2014, editado por la Asociación de Empresas de Energías Renovables-APPA, que han presentado esta mañana en Madrid José Miguel Villarig, presidente de la Asociación, y José María González Moya, director general de la misma.
Tal y como explican, “el estudio desmonta algunas de las acusaciones que se realizan sobre las energías renovables al comparar interesadamente lo que cuesta su retribución y obviar los múltiples beneficios que aportan a nuestra economía y que deben tenerse en cuenta en un análisis económico de los impactos de un sector estratégico en las economías de los principales países desarrollados, que en nuestro país sigue sin contar con un marco estable y predecible sobre el que planificar su futuro”.
Villarig ha sido directo a la hora de definir el momento actual. “Nos han ajustado las condiciones económicas, nos pagan más tarde y vivimos inmersos en la más abosulta inseguridad jurídica. Nos han puesto a cocer a fuego lento”.
Precisamente la falta de un marco estable en el sector es la principal crítica que han hecho esta mañana los máximos responsables de APPA. “No queremos que las cosas vuelvan a donde estaban hace años. Queremos un marco estable y predecible sobre el que planificar el futuro del sector. Porque la mejor legislación es la que permanece en el tiempo”, apuntaba el presidente de APPA.
Disminución del PIB y fuerte caída del empleo
Como consecuencia de la reforma llevada a cabo por el Gobierno, que ha paralizado las instalaciones renovables, el sector ha reducido su participación en el PIB y ha perdido empleo. Las energías renovables, con 7.387 millones de euros, aportaron al Producto Interior Bruto (PIB) español el 0,7 % del mismo en 2014, lo que representa un descenso del 22,1% con respecto a 2013. La contribución directa al PIB se situó en 6.123 millones de euros, con una disminución del 14,5%, mientras que la contribución inducida, con 1.265 millones, registró una tremenda caída del 45,5%.
Las cifras de empleo de las energías renovables, registraron, asimismo, importantes descensos hasta caer al nivel más bajo desde que se edita el Estudio. Así, en 2014 el sector empleó a 70.750 personas, 22.665 menos que 2013, lo que significa que ha perdido prácticamente la mitad de los más de 136.000 empleos que alcanzó en 2008. Los empleos directos fueron 43.479, con una pérdida del 14,6% con respecto a 2013, y los empleos indirectos registraron una significativa caída del 25,8% hasta situarse en 27.271 empleos.
Aportación positiva a balanza comercial, contribución fiscal e innovación
Como todos los años, la balanza comercial del sector renovable volvió a ser positiva en 2014, con un saldo neto exportador de 2.316 millones de euros. Las exportaciones de bienes y servicios de las empresas renovables alcanzaron los 2.639 millones, mientras que las importaciones fueron de 323 millones. Las exportaciones netas contribuyeron a mejorar nuestro déficit energético, que en 2014 fue de 38.071 millones de euros.
Asimismo, un año más el sector ha sido contribuidor fiscal neto a la economía española en 970 millones de euros, al haber satisfecho impuestos por valor de 977 millones y haber recibido tan solo 7 en subvenciones.
La tradicional contribución en materia de innovación del sector renovables se materializó en 2014 con una inversión de I+D+i de 216 millones de euros. La cifra supone el 3,52% de la aportación del sector al PIB, lo que representa casi el doble de la media de la Unión Europea (2,2%) y cerca del triple (1,24%) de la media inversión de las empresas españolas en el capítulo innovador.
Importaciones de combustibles y emisiones evitadas
En 2014, la generación con energías renovables (eléctrica, térmica y biocarburantes) evitó la importación de 20.577.904 toneladas equivalentes de petróleo (tep), con un ahorro económico equivalente de 8.469 millones de euros. Asimismo, las tecnologías renovables impidieron la emisión a la atmósfera de 54.433.800 toneladas de CO2, con un impacto económico de 325 millones de euros, que España habría tenido que pagar si no hubiera generación renovable. En total, el ahorro producido por las importaciones y las emisiones evitadas por las renovables en su conjunto ascendió el pasado año a 8.794 millones de euros.
Aunque han descendido ligeramente las emisiones evitadas con relación a 2013, ha aumentado el ahorro económico al haber subido el precio de la tonelada de CO2 de 4,45 euros en 2013 a 5,96 euros en 2014. El precio sigue muy lejos de los 22,21 euros que costaba la tonelada de CO2 emitida en 2007; esto es, el coste de contaminar la atmósfera el año pasado era casi la cuarta parte del que era hace siete años.
Potencia instalada y generación renovable
El sistema eléctrico español contaba a finales de 2014 con una potencia instalada de 107.954 MW, según REE. Las energías renovables en su conjunto representaban el 47% de la potencia instalada con 50.902 MW, mientras que las tecnologías renovables del antiguo Régimen Especial, con 33.110 MW, alcanzaron el 31%.
De ellas, la eólica, con 23.002 MW instalados y un 21,31%, es la segunda tecnología con mayor potencia acumulada, por detrás de los ciclos combinados de gas, con 27.199 MW. Por su parte, la solar fotovoltaica alcanzó los 4.672 MW, la solar termoeléctrica los 2.300 MW, la minihidráulica los 2.101 MW y la biomasa los 770 MW.
Por Comunidades Autónomas, Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia son, por este orden, las comunidades con mayor potencia instalada renovable, con un total del 64,8% del total de la potencia instalada en España.
La producción eléctrica con renovables del antiguo Régimen Especial fue en 2014 de 74.907 GWh, lo que permitió cubrir el 30,3% de la demanda nacional. Por tecnologías, la eólica cubrió el 20,3% y se situó como la segunda fuente de generación eléctrica durante todo el año, solo por detrás de la nuclear, que cubrió el 22%.
Renovables, sistema eléctrico y pool
Las energías renovables generaron en 2014 al sistema eléctrico beneficios por valor de 10.210 millones de euros. De ellos, 7.105 millones por el abaratamiento en el precio del mercado eléctrico o pool, 2.870 millones correspondientes al impacto económico de evitar importaciones de combustibles fósiles y 235 millones de evitar la emisión de gases de efecto invernadero.
Hay que explicar que la generación renovable presenta un coste marginal muy inferior al de otras centrales de generación con tecnologías fósiles, lo que provoca un efecto depresor en el pool y permite obtener un precio de casación inferior al que resultaría de no existir generación con energías renovables.
Así, el pasado año las renovables abarataron el precio del mercado diario en los mencionados 7.105 millones de euros, lo que supuso un ahorro de 29,2 euros por cada MWh adquirido en el pool. Sin la existencia de generación renovable el precio medio del mercado en 2014 se habría situado en 71,33 €/MWh en lugar de los 42,13 €/MWh.
Por otro lado, la retribución regulada o específica recibida por las renovables en 2014 ascendió a 5.238 millones de euros, un 22% menos que lo recibido en 2013. Esta importante reducción en la retribución renovable es consecuencia de los drásticos recortes incluidos en la reforma eléctrica. La retribución regulada recibida por las renovables fue 1.867 millones menor que los ahorros que generaron en el pool.
Por tanto, los ahorros producidos por la generación eléctrica (10.210 millones) fueron superiores a la retribución regulada (5.238 millones) de las renovables en 4.972 millones de euros. En la última década, el ahorro acumulado (pool, importaciones y emisiones) generado por las renovables al sistema eléctrico ha sido 32.199 millones mayor que la retribución regulada recibida.
Los costes del sistema eléctrico
La reforma del Gobierno se ha centrado casi exclusivamente en la reducción de los costes regulados del sistema eléctrico y, especialmente, en los costes de la retribución de las energías renovables, las grandes damnificadas de la reforma. Los costes totales del sistema eléctrico en 2014 fueron 30.217 millones de euros, de los que 12.398 millones (41%) correspondieron a los mal llamados costes liberalizados (puesto que entre ellos hay costes fijados por el Gobierno) y 17.819 millones (59%) a actividades reguladas.
Del total de costes del sistema eléctrico, cabe destacar que un 35% corresponde al mercado diario, un 22% al transporte y distribución de electricidad, un 17% a la retribución específica de las renovables y un 10% a costes asociados al déficit de tarifa.
Al analizar los costes del sistema eléctrico en los ejercicios 2013 y 2014, se observa que mientras el coste de retribución de las renovables se ha reducido un 22%, otros costes regulados se han mantenido prácticamente invariables o incluso han aumentado. Así, los costes de los servicios de ajuste se han reducido mínimamente (-3%), los de distribución prácticamente se han mantenido estables (-1%) y los costes de transporte han aumentado (+4%). Todo ello, cuando en la última década el consumo eléctrico ha disminuido y la demanda de electricidad era menor en 2014 que diez años antes.
Sin renovables no se cumplirán los compromisos medioambientales
La Comisión Europea en repetidas ocasiones y numerosos organismos e instituciones han advertido que España no cumplirá sus compromisos europeos vinculantes en materia medioambiental comprometidos en la Directiva 2009/28/CE si no cambia su política de renovables. Los objetivos establecidos son alcanzar con fuentes renovables el 20% del consumo final bruto de energía y un mínimo del 10% de consumo en el sector del transporte.
El Gobierno declara que nuestro país llegará a cumplir sus compromisos puesto que con un 17,1% de cumplimiento estamos por encima del objetivo indicativo del 15,9% incluido en el PER 2011-2020 para 2014. Sin embargo, esta situación es coyuntural debido a un escenario de baja demanda energética, que, de recuperarse mínimamente, comprometería gravemente el cumplimiento de nuestros objetivos como país. Mucho más con un sector renovable prácticamente paralizado.
De hecho, según el borrador de Planificación, para conseguir los objetivos a 2020 sería necesario instalar hasta ese año unos 8.500 MW renovables, lo que significaría alcanzar un ritmo de instalación de 1.400 MW anuales. Baste recordar que en 2014 se han instalado 43 MW renovables, que probablemente no se alcanzarán en 2015, y que ninguna tecnología renovable eléctrica ha cumplido el año pasado los objetivos indicativos contemplados en el PER 2011-2020.
“Es cierto que países importantes como Alemania, Francia y Reino Unido están de momento por detrás de España en el cumplimiento de los objetivos de renovables. Pero los tres han presentado planes ambiciosos para lograrlo. Mientras España no da ni un paso en positivo”, señalaba el director general de APPA, José María González Moya.
Pacto de Estado y un marco estable y predecible
Los datos del Estudio de APPA demuestran que, además del ahorro y la eficiencia energética, las energías renovables son la principal herramienta que tiene España para cumplir sus compromisos medioambientales y que, además, son un gran negocio para la economía de nuestro país. Las renovables son tecnologías de generación limpias, autóctonas y ya competitivas económicamente.
Desde el sector se pide que el Estado asuma progresivamente sus compromisos por derechos otorgados, como ha hecho con otras tecnologías. El sector demanda, asimismo, “una planificación efectiva a largo plazo para cumplir nuestros compromisos en materia de renovables y medioambiente, que debería partir de un Pacto de Estado que defina un mix energético que nos lleve a un modelo energético basado principalmente en energías renovables. En definitiva, el sector renovable exige un marco estable y predecible sobre el que planificar su futuro”.
España es un país privilegiado en recursos renovables y con alto potencial para su desarrollo industrial, que debemos aprovechar si queremos tener el peso que nos corresponde en un sector, el de las energías renovables, clave en la economía mundial.
La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), editora de este estudio que va ya por su séptima edición, es la asociación de referencia de las energías renovables en España. La única que reúne a todas las tecnologías. Creada en 1987, APPA está integrada por empresas y entidades que desarrollan su actividad en el sector de las energías limpias, constituidas en secciones: biocarburantes, biomasa, eólica, geotérmica, hidráulica, marina, minieólica y solar fotovoltaica.