La industria del refinado de petróleo desempeña un papel crucial tanto en la cadena de suministro de energía como en el cambio climático y es el tercer mayor emisor estacionario de gases de efecto invernadero en el mundo, contribuyendo con el 6% de todas las emisiones industriales de gases de efecto invernadero. En concreto, el CO2 representa aproximadamente el 98% de los gases de efecto invernadero emitidos por las refinerías de petróleo. Pues bien, un estudio publicado en la revista One Earth -informa la agencia Europa Press-, ha desarrollado un inventario global (disponible públicamente) de las emisiones de CO2 de 1.056 refinerías de petróleo desde 2000 hasta 2018, y, según los datos recabados, las emisiones de CO2 de la industria de las refinerías fueron de aproximadamente 1,3 gigatoneladas en 2018. Más aún: si todas las refinerías existentes y propuestas funcionan como de costumbre, sin la adopción de ninguna medida de baja emisión de carbono, podrían emitir -estiman los autores- hasta 16,5 gitatoneladas de CO2 de 2020 a 2030. Frente a ello, los autores recomiendan estrategias de mitigación, como la mejora de la eficiencia de las refinerías y la modernización de las tecnologías de procesamiento de petróleo pesado, que -según sus estimaciones- podrían reducir las emisiones acumuladas globales en un 10% de 2020 a 2030.
Dabo Guan, profesor de Economía del Cambio Climático en la Universidad de Tsinghua (China): "este estudio ofrece una imagen detallada de la capacidad de refinado de petróleo y las emisiones de CO2 en todo el mundo. Comprender las tendencias de desarrollo pasadas y futuras de la industria del refinado de petróleo es crucial para orientar la reducción de emisiones a nivel regional y mundial"
El estudio también muestra que la producción media de las refinerías de petróleo mundiales ha aumentado gradualmente de 2000 a 2018, en términos de barriles por día, pero que los resultados han variado según el grupo de edad de las refinerías. En concreto, la capacidad media de las refinerías jóvenes, que se distribuyen principalmente en Asia-Pacífico y Oriente Medio, aumentó significativamente de 2000 a 2018, mientras que la capacidad media de las refinerías de más de 19 años se mantuvo estable.
Según Guan, "dadas las mayores emisiones comprometidas que conlleva el largo tiempo de funcionamiento restante de las refinerías jóvenes, existe una necesidad urgente de que estas refinerías adopten tecnologías bajas en carbono para reducir sus emisiones de CO2. En cuanto a las refinerías de mediana edad y antiguas -añade el el profesor-, mejorar la eficiencia operativa, eliminar la capacidad atrasada y acelerar la actualización de la configuración de refinado son los medios clave para equilibrar la creciente demanda y reducir las emisiones de CO2".
El inventario se actualizará y mejorará en el futuro a medida que se disponga de más y mejores datos.