Las eléctricas tendrán que asumir altos costes si no combaten el cambio climático, afirma WWF

El estudio ha sido realizado gracias a la colaboración de Innovest, una compañía de análisis financieros internacionales que ha investigado los riesgos y las oportunidades de los 14 operadores eléctricos más importantes a escala mundial frente a las actuales políticas medioambientales para combatir el cambio climático.

Desde que se firmó el Protocolo de Kioto en 1997, los países industrializados han desarrollado políticas para reducir sus emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero. Aunque las medidas adoptadas varían según la región, se ha generalizado el principio de que 'quien contamina paga', por lo que los grandes emisores de estos gases tendrán que asumir fuertes costes.

Este principio ya está contemplado en la legislación medioambiental comunitaria sobre responsabilidad, que establece una escala de responsabilidades en los casos de daños medioambientales y prevé multas para sus autores.

Teniendo en cuenta que el sector eléctrico es responsable del 37% de las emisiones globales de CO2, las compañías productoras de electricidad estarán entre las más afectadas por las nuevas medidas.

En la UE, las compañías que se verán más afectadas serán E.ON y Scottish Power, con posibles costes adicionales por encima del 9% de sus ganancias en 2002. Por lo que respecta a Estados Unidos, American Electric Power puede llegar a enfrentarse a costes del 5% de sus ingresos en 2002, mientras que la canadiense TransAlta experimentaría costes adicionales de un 13%.

Operadoras españolas
La española Iberdrola ha advertido la oportunidad de apostar por las energías renovables para reducir sus emisiones de CO2 y, en consecuencia, ha incrementado sus inversiones en la energía eólica. Esta medida reducirá los costes que tendrá que asumir la empresa cuando se active el mercado europeo de emisiones y se vea obligada a comprar derechos de emisión para poder producir.

El informe calcula también que otras compañías como Endesa, Duke, Enel y E.ON podrían ahorrase hasta 23 millones de dólares invirtiendo en fuentes de energía renovable. La clave está en que las inversiones actuales en energías limpias se convertirán en beneficios futuros generados por un nuevo mercado energético más respetuoso con el medio ambiente y en ahorros en compra de derechos de emisión, ya que las operadoras serán capaces de seguir produciendo, gracias a las técnicas y tecnologías sostenibles, al mismo tiempo que emitirán menos CO2.

Inversiones ecológicas
"Este informe envía un fuerte mensaje al sector eléctrico y a aquéllos que invierten en él", afirma Mark Kenber, economista de WWF Internacional. "Una gestión activa del carbón y el desuso de las fuentes de energía fósil deben estar en el centro de las estrategias de negocio de la próxima década. Está claro que con una planificación adecuada, tanto los intereses de los operadores como el clima pueden ser protegidos".

Para las compañías europeas, el reto se plantea a corto plazo, ya que a partir de 2005 la UE pondrá en marcha su mercado de derechos de emisiones. Esta herramienta pretende establecer en el territorio comunitario un sistema similar al que fija el Protocolo de Kioto.

Cada país recibirá una cuota de derechos de emisión que será repartida entre los operadores del mercado. Las compañías que deseen emitir más gases de los permitidos tendrán que comprar derechos de emisión a aquéllas que no utilicen el total de sus derechos, lo que resultará costoso para las primeras.

En este contexto, las inversiones actuales en nuevas tecnologías limpias permitirán a las empresas no sólo reducir sus emisiones sino obtener beneficios en el mercado europeo de emisiones.

Más información:
http://panda.org/powerswitch/finance.

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