"El proyecto presentado falla al no ofrecer capacidad para contratar de forma firme por los comercializadores, por lo que no ha recibido apoyo en sucesivos test de mercado", señala la CNMC en un comunicado. "Los altos costes de la infraestructura, con el nivel de tarifas que resultan de aplicación, junto con el hecho de que ya se disponga actualmente en la interconexión de capacidad interrumpible, con un bajo nivel de utilización anual, no garantizaría el acoplamiento de precios de gas con el norte de Europa", añade.
Por estos motivos, ambos reguladores han acordado rechazar la solicitud de inversión. Asimismo, se aconseja la reconsideración del proyecto por parte de los transportistas promotores de la infraestructura, buscando una solución más eficiente en beneficio de los consumidores.
La CNMC indica, no obstante, "que las infraestructuras de interconexión son una herramienta clave para alcanzar los objetivos del mercado interior. La Península Ibérica es una de las regiones que, debido a su posición geográfica, tiene un nivel relativamente limitado de interconexión con el resto del mercado europeo por lo que recomiendan continuar con los esfuerzos hacia una mayor integración de los mercados de electricidad y de gas en el sudoeste europeo.
Aplausos desde EQUO y Catalunya en Comú
Ambas formaciones políticas se han felicitado de la decisión tomada y destacan el hecho de que los propios organismos regulatororios de España y Francia digan claramente que el proyecto era caro e innecesario, además de no ofrecer garantías de recuperar la inversión ni de proveer una interconexión firme.
Desde Catalunya en Comú y EQUO recuerdan que la decisión se produce después de continuas movilizaciones de la sociedad civil en contra de la falta de transparencia del proyecto, así como de sus potenciales impactos económicos y ambientales negativos. Los dos partidos solicitarán a la Comisión Europea que elimine el MidCat de su lista de “proyectos de interés común”.
Además, los representantes de las fuerzas políticas consideran que esta decisión debe suponer un aldabonazo en la configuración de la Unión de la Energía para asegurar que las inversiones comunitarias se destinen a la transición a energías limpias. Argumentan que la construcción de nuevas infraestructuras gasísticas no está justificada, pues contradice los objetivos climáticos y de transición energética tanto de la UE como del Gobierno de España.
“Nos alegramos enormemente de que se haya rechazado el MidCat. Con presión ciudadana y política, hemos acabado con este insostenible e inútil proyecto de gasoducto entre Francia y España. "Esta es una clara victoria por un modelo energético limpio, justo y democrático ", ha declarado Florent Marcellesi, eurodiputado de EQUO en el grupo Verdes/ALE y vicepresidente de la Red Parlamentaria Europea para el Fomento de las Renovables (Eufores).
Para Ernest Urtasun, eurodiputado de Catalunya en Comú en el grupo Verdes/ALE, "el comunicado de la CRE y la CNMC es muy claro. Este proyecto faraónico sólo responde a los intereses de una empresa privada como Enagas y no tendrá ninguna repercusión positiva para el mercado energético español. Los proyectos que se deben apoyar con recursos comunitarios son aquellos que garanticen el cumplimiento de los Acuerdos de París, haciendo nuestras sociedades menos dependientes de los combustibles fósiles como es el Gas Natural”.