Las asociaciones ecologistas critican el plan energético del PP

Para Ecologistas en Acción, el plan presentado por el secretario de
Estado de Economía, José Folgado, que pretende asegurar el suministro
energético hasta 2010, no es vinculante ya que –en opinión de la federación ecologista–, el Ejecutivo renunció a cualquier planificación energética cuando promulgó la Ley de Liberalización del Sector Eléctrico, lo que deja el suministro de electricidad al albur de los agentes privados.

Ecologistas en Acción y Greenpeace también critican el hecho de que el Gobierno de por sentado que se va a producir un aumento sostenido del consumo de energía (3,4% de crecimiento anual de la energía primaria y 3,75% para la energía eléctrica), cuando lo que debería plantearse son medidas de ahorro y eficiencia energética que limiten el consumo. Añaden que si se permiten estos aumentos, no va a haber sistema energético que los soporte y de ninguna manera se va a poder cumplir el Protocolo de Kioto, que España ha ratificado recientemente.

En opinión de Greenpeace, las líneas principales del Plan Energético del Ministerio de Economía "demuestran que el Gobierno ha cedido claramente al chantaje urdido por las compañías eléctricas, que venían amenazando insistentemente desde hacía unas semanas con provocar una nueva oleada de apagones, como excusa para construir nuevas centrales, en vez de invertir en mejorar las líneas de distribución y en gestionar la demanda para mejorar la eficiencia y el ahorro",

Otro aspecto criticado por ambas organizaciones es que el plan no contemple el cierre de ninguna de las 9 centrales nucleares españolas. En su opinión, lo sensato y sostenible sería empezar por cerrar Zorita (Guadalajara), que en 2010 habrá cumplido 42 años, y Garoña (Burgos), que tendrá 40 años en esa fecha, y que –añaden– ya están aquejadas de graves problemas de seguridad".

Asimismo, consideran muy limitado el objetivo de que las energías renovables aporten el 12% del total de la energía en 2010 (Plan de Fomento de las Energías Renovables), cuando, sin esfuerzo, podrían suponer el 20%. Afirman, además, que ni siquiera los objetivos planteados se están cumpliendo, puesto que hay fuentes de energía que no acaban de jugar el papel que podrían en el suministro de la energía total, como la biomasa o la solar térmica.

Otra de sus críticas es que el Gobierno apueste claramente por el gas natural, que no sirve para combatir el cambio climático. En este sentido, Greenpeace asegura que las nuevas centrales térmicas que propone el Gobierno elevarían las emisiones de CO2 en más de 36 millones de toneladas netas al año

www.ecologistasenaccion.org
www.greenpeace.es

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