La creciente generación de energía renovable está reventándole todas las costuras al sistema eléctrico de la Unión Europea (UE), antaño muy, muy dependiente (no hace tanto) de la importación de combustibles fósiles (gas y petróleo, sobre todo) y de la generación nuclear (la UE también importa, desde otros continentes, la inmensa mayoría del uranio que necesitan sus centrales nucleares). Por primera vez en la historia, en el primer semestre del año 2024, la Unión Europea ha producido (con fuentes autóctonas, limpias) más de la mitad de la electricidad que han demandado sus 450 millones de habitantes. El milagro ha sido posible gracias, fundamentalmente, al crecimiento que han experimentado a lo largo de los últimos años los parques eólico y fotovoltaico de la UE. Para que nos hagamos una idea, en los doce meses de 2023, la UE ha instalado más potencia solar fotovoltaica (56 gigavatios) que la nuclear (potencia nuclear) que Francia tiene operativa ahora mismo: 43 gigas (Francia es la segunda potencia nuclear del mundo, solo por detrás de Estados Unidos). El crecimiento eólico es también notable: 16 GW instalados en 2023, que han dejado el parque eólico continental a 31 de diciembre en 221 gigas: 201 en tierra firme; 19, mar adentro.
Así pertrechada, con un parque eólico y fotovoltaico continental cada vez más potente, la UE ha logrado no solo el hito renovable que recoge el titular (el hito del +50%), sino que, simultáneamente, ha conseguido mantener un suministro fiable para toda su ciudadanía pese que ha reducido su demanda de gas (entre agosto de 2022 y mayo de 2024) en 138.000 millones de metros cúbicos (bcm). Menos gas quemado en total (-18% con respecto a 2021), y mucho menos en el caso singular de Rusia. El porcentaje de gas ruso sobre el total de las importaciones de la UE ha disminuido -según el informe de la Comisión- del 45% en 2021 al 18% en junio de 2024 (o de 150,2 a 25,4 bcm). Eso sí: el agujero que le ha hecho la guerra a Rusia no se ha quedado vacío. Ha beneficiado a Estados Unidos y Noruega, cuyas ventas de gas a la UE han aumentado, según reconoce la propia Comisión en su informe. Más aún: la Comisión recoge un dato que no va a favor de la lucha contra el cambio climático y/o la independencia energética de la Unión Europea: "un récord de 12 nuevas terminales GNL -dice el Informe literalmente- y seis proyectos de ampliación han sido ejecutadas entre 2022 y 2024. En conjunto, se espera -estima la propia Comisión- que aumenten la capacidad de importación de Gas Natural Licuado de la Unión Europea en 70 bcm para 2024" (esa capacidad rondaba los 214 bcm en 2022).
El suministro además parece asegurado para los próximos meses. El Informe sobre el estado de la Unión de la Energía 2024 asegura que la Unión ha alcanzado ya su objetivo del 90% de almacenamiento de gas en invierno este pasado 19 de agosto de 2024, "mucho antes de la fecha límite del 1 de noviembre".
Otro de los datos generales llamativos recogidos en este informe es que "las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE han disminuido un 32,5% entre 1990 y 2022, mientras que la economía de la UE ha crecido en torno a un 67% en el mismo período".
Por partes
La tecnología eólica ha superado al gas para convertirse este año 2023 en la segunda fuente de electricidad de la Unión Europea, solo por detrás de la tecnología nuclear. En el primer semestre de 2024, las fuentes de energía renovable (el Sol, el viento, el agua, la biomasa) han generado más del 50% de la electricidad en la UE. En 2022, el consumo de energía primaria de la UE ha continuado con su tendencia a la baja, con una caída del 4,1%. "No obstante -reconoce la Comisión Europea-, será necesario redoblar los esfuerzos en materia de eficiencia energética para que la UE cumpla el objetivo de reducción del consumo de energía final del 11,7% de aquí a 2030".
Además -añaden desde la CE-, es necesario también seguir mejorando en lo que respecta a la electrificación generalizada de los equipos de calefacción y al ritmo de renovación del parque inmobiliario (la calefacción sigue siendo muy dependiente del gas en muchísimos territorios de la UE y la eficiencia energética del actual parque inmobiliario continental sigue dejando mucho que desear).
Así mismo, el informe considera que es necesario redoblar los esfuerzos para hacer frente a los elevados precios de la energía: "esto es fundamental para mejorar la competitividad de la industria de la Unión y acelerar las inversiones en las redes de infraestructuras integradas de Europa, que son esenciales para la electrificación de la economía europea".
State of the Energy Union Report 2024 recuerda por otro lado que todos los Estados miembros deben presentar lo antes posible sus planes nacionales actualizados definitivos de energía y clima para garantizar la consecución colectiva de los objetivos energéticos y climáticos para 2030.
La evaluación de los proyectos de planes nacionales integrados de energía y clima actualizados, publicada en diciembre de 2023, muestra que los Estados miembros han dado un paso en la dirección correcta, pero que aún no es suficiente -dice- para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% de aquí a 2030.
Reglamento sobre la gobernanza
La Comisión también ha publicado hoy un informe sobre el funcionamiento del Reglamento sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima, en el que se concluye que el Reglamento desempeña un papel importante a la hora de mantener a la UE en la senda adecuada para cumplir sus objetivos para 2030, haciendo que la planificación y la presentación de informes sean más coherentes, integradas y sencillas.
El informe de la Comisión dice
«En el futuro deberán abordarse retos nuevos y emergentes, como la actual brecha de ambición en los objetivos en materia de energías renovables y eficiencia energética, el aumento de la pobreza energética, el diferencial de precios de la energía en comparación con otros competidores mundiales y el riesgo de nuevas dependencias críticas estratégicas. Requerirán una respuesta política decisiva y un cambio radical en los esfuerzos a escala de la UE y de los Estados miembros, a través de una mayor coordinación, integración del mercado y acción conjunta»
La UE ha seguido apoyando a Ucrania ante los continuos ataques rusos contra su sistema energético. La sincronización de las redes ucranianas y moldavas con la red continental europea contribuyó a estabilizar el sistema eléctrico ucraniano y la capacidad de intercambio de electricidad ha alcanzado los 1,7 GW de intercambio comercial. También permite a Ucrania beneficiarse de las importaciones de emergencia.
A 31 de julio de 2024, más del 40% de todas las donaciones de los Estados miembros se dedicaban al sector de la energía, según la Comisión, y la contribución total del Mecanismo de Protección Civil de la Unión se estima en más de novecientos millones de euros (900 M€). El Fondo de Apoyo a la Energía de Ucrania también ha movilizado más de 500 M€ en junio de 2024. Además, el Mecanismo para Ucrania, dotado con 50.000 M€, proporcionará financiación para ayudar a la recuperación y el crecimiento económico sostenible de Ucrania hasta 2027.
La competencia de potencias extranjeras
La Comisión alerta: los fabricantes de la UE se enfrentan a una competencia creciente en materia de tecnologías de cero emisiones netas en los mercados mundiales y nacionales. El informe recuerda la importancia de laLey sobre la industria de cero emisiones netas y la Ley de Materias Primas Fundamentales, junto con la reforma de la configuración del mercado de la electricidad para hacer frente a estos retos.
Además, también reconoce la necesidad de basarse en asociaciones con la industria para acelerar el desarrollo de tecnologías de cero emisiones netas y reforzar la base de fabricación de la UE.
Las alianzas industriales, como la Alianza Europea de Baterías, la Alianza Europea por un Hidrógeno Limpio, la Alianza de la Industria Solar fotovoltaica, la Alianza Industrial sobre la cadena de valor de los combustibles renovables y con bajas emisiones de carbono y la Alianza sobre reactores nucleares modulares pequeños, "desempeñarán -sostiene la Comisión- un papel importante" (will play an important role) en ese sentido. Los diálogos de la Comisión sobre la transición limpia con la industria y los interlocutores sociales apoyarán la aplicación del Pacto Verde Europeo.
Innovation Fund
El Fondo de Innovación, con un presupuesto estimado de unos 40.000 M€ hasta 2030 también desempeña un papel crucial (also plays a crucial role). El Banco Europeo del Hidrógeno, financiado con cargo al Fondo de Innovación del RCDE UE (EU ETS Innovation Fund), está en funcionamiento y ha llevado a cabo una primera ronda exitosa de subastas de la UE que adjudicaron casi 720 M€ a 7 proyectos de hidrógeno renovable en Europa.
Del empoderamiento de la ciudadanía
Con la nueva legislación sobre el mercado de la energía, como la reforma de la configuración del mercado de la electricidad, los más vulnerables -sostiene la Comisión en su informe- estarán mejor protegidos contra la desconexión.
En caso de crisis de los precios del gas natural, los Estados miembros pueden introducir medidas para proteger a los consumidores y garantizar el acceso a una energía asequible y a servicios sociales esenciales.
Esto incluye intervenciones en la fijación de precios al por menor para proteger a los consumidores de precios excesivamente elevados.
Otro instrumento clave
El Fondo Social para el Clima (Social Climate Fund) también será un instrumento clave -explica la Comisión- para movilizar al menos 86.700 M€ para el período 2026-2032, financiados con los ingresos del RCDE (régimen de comercio de derechos de emisión) y al menos el 25% de la cofinanciación de los Estados miembros.
El Fondo apoyará medidas estructurales e inversiones en mejoras en materia de eficiencia energética, acceso a viviendas asequibles y eficientes desde el punto de vista energético, calefacción y refrigeración limpias e integración de energías renovables, así como en la movilidad y el transporte de emisión cero y de baja emisión. También existe la opción -recuerda la Comisión- de proporcionar ayuda temporal directa a la renta.
Contexto
El Informe sobre el Estado la Unión de la Energía (State of the Energy Union Report) es publicado cada año para hacer balance de los avances de la UE hacia los objetivos de la Unión de la Energía. Tras el informe sobre el estado de la Unión de la Energía del año pasado, que aborda los retos y logros de 2020-2023, el informe de este año ofrece información actualizada sobre la manera en que la UE ha actuado ante los acontecimientos y retos a los que se ha enfrentado esta Comisión Europea, presidida por la conservadora Ursula von der Leyen, durante el último año de su mandato (la UE celebró elecciones el pasado mes de junio y ultima ahora su nuevo Ejecutivo, que volverá a estar presidido por Von der Leyen y que será el fruto del acuerdo de los grupos popular, socialista y liberal (que fueron los tres más votados), como en la anterior legislatura.
La primera parte de este informe "muestra -considera la Comisión- cómo la elevada ambición energética y climática en el marco del Pacto Verde Europeo [European Green Deal] ha sentado las bases de la estrategia de respuesta a las crisis de la UE y del plan REPowerEU", y, así mismo, esboza medidas para mejorar la competitividad de la industria europea. La segunda parte analiza la situación de la aplicación de la Unión de la Energía en sus cinco dimensiones: (1) seguridad, solidaridad y confianza; (2) un mercado interior de la energía plenamente integrado; (3) eficiencia energética; (4) la acción por el clima y la descarbonización de la economía; y (5) investigación, innovación y competitividad. El informe de este año va acompañado de un anexo que contiene información sobre los regímenes voluntarios y nacionales de bioenergía en los Estados miembros (Annex on bioenergy).
