El vicepresidente de la Comisión Europea, el socialdemócrata Frans Timmermans, ha dicho este jueves -informa Europa Press- que una salida del carbón de algunos Estados miembro, como por ejemplo Polonia, podría requerir un estado intermedio de uso del gas natural que, en todo caso, quedaría sujeto a unas condiciones estrictas, incluidos unos gasoductos que puedan transportar hidrógeno y gases descarbonizados una vez que llegue el fin del gas natural. "Tendremos que invertir también en la infraestructura de gas natural", ha admitido el vicepresidente europeo en rueda de prensa en la COP26 de Glasgow. "Tanto tiempo como seamos capaces de hacerlo sin perder de vista que esto es para un periodo concreto, entonces, creo que la inversión estará justificada", ha añadido.
Sin embargo, las organizaciones no gubernamentales y otros grupos ambientales han criticado la potencial inclusión del gas natural en la taxonomía de la Unión Europea, que establece las reglas de las inversiones que pueden ser clasificadas como verdes o no. A juicio de estas, de producirse realmente este hecho supondría un nuevo bloqueo a la responsabilidad de la UE para mantener la temperatura global del planeta por debajo de 1.5ºC y eso podría abrir la puerta asimismo a la energía nuclear.
La UE ha promocionado su regulación verde como el patrón de oro global. Mientras el plan original dejaba fuera a la nuclear y al gas, Francia ha anunciado esta misma semana que impulsará la inclusión de estos dos recursos energéticos para frenar la escalada de los precios de la energía.
Pero esta decisión puede abrir un melón dentro del bloque europeo, ya que ministros de medio ambiente de Alemania, Dinamarca, Portugal, Austria y Luxemburgo han firmado un comunicado en contra de clasificar la energía nuclear como energía verde dentro del libro de reglas de inversión sostenible de los Veintisiete.
El ministro de Medio Ambiente de Portugal, Joao Pedro Matos Fernandes, ha calificado de "mala decisión" poner a la nuclear dentro de la taxonomía europea. "No es segura, no es sostenible y cuesta mucho dinero. Hay muchas otras opciones, especialmente la eólica y la solar", ha criticado.