La UE ha acordado que al menos el 20% de su Presupuesto 2014-2020 -informa la Comisión Europea, CE- se destine a acciones relativas al clima. Según la CE, el objetivo -responder al cambio climático- se conseguirá "incorporando la acción por el clima en los distintos ámbitos políticos y fondos del presupuesto de la UE". Pues bien Los auditores del Tribunal de Cuentas Europeo han examinado si es posible cumplir el objetivo y si el enfoque aplicado por la Comisión Europea podía propiciar una financiación mayor y mejor orientada en este sentido.
Sobre la orientación de los fondos hacia la acción por el clima
Los auditores constatan -informa la CE- que "la labor en curso es ambiciosa y que, en general, se han realizado progresos en la consecución del objetivo del 20%", pero matizan acto seguido que "el riesgo de incumplirlo es grande si no se realizan más esfuerzos". El informe revela luces y sombras. Así, mientras que sí que aprecia -en los Fondos Feder y el Fondo de Cohesión- "una financiación mayor y mejor orientada de acción por el clima", en el Fondo Social Europeo y en los ámbitos de agricultura, desarrollo rural y pesca "no se ha observado -denuncia- un verdadero cambio de orientación".
"Grave riesgo"
Según Phil Wynn Owen, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo encargado del informe, "existe un grave riesgo de que se incumpla el objetivo de la UE de gastar al menos un euro de cada cinco en la acción por el clima entre 2014 y 2020". Wynn Owen reconoce que "se han realizado progresos", pero considera que, "en ámbitos de gasto clave, la situación sigue siendo en gran medida la misma". Así, sostiene que la Comisión y los Estados miembros "deberían explorar todas las posibilidades a su alcance y garantizar un verdadero cambio de orientación hacia la acción por el clima".
Datos brutos
Según la Comisión, la parte de financiación destinada a acción por el clima ha alcanzado una media del 17,6% en el trienio 2014-2016. La CE estima que, globalmente (lapso 2014-2020) se gastará un 18,9% en este ámbito. Por su parte, los auditores estiman que, para alcanzar el objetivo global (20% al final de 2020), el porcentaje de financiación para combatir el cambio climático necesitaría aumentar hasta una media del 22% de 2017 a 2020 inclusive.
Matices
El Tribunal de Cuentas Europeo le coloca un pero a ese 17,6%: las cifras de la Comisión -aseguran- se basan en hipótesis sobre el gasto agrícola en la acción por el clima sobreestimadas y sin justificación suficiente. Sobre el particular, el informe dice exactamente lo siguiente:
«Si se calculara con arreglo a metodologías establecidas internacionalmente para evaluar los niveles de la financiación de la lucha contra el cambio climático, la contribución estimada procedente de la agricultura y el desarrollo rural se reduciría en aproximadamente 33.000 millones de euros. Por lo que respecta a investigación, el programa Horizonte 2020 se ha quedado por debajo de su objetivo de asignar el 35% a acción por el clima, y su contribución actual se sitúa en un 24%. La Comisión no cuenta con un plan de acción detallado que establezca cómo se propone alcanzar el nivel fijado».
Tirón de orejas del Tribunal de Cuentas a la Comisión Europea
«El enfoque de la Comisión para evaluar los niveles de la financiación de acción por el clima -denuncia el informe- se centra en identificar los gastos planificados. Sin embargo, estos no siempre se traducirán en gastos reales, y este enfoque no va a aportar información exhaustiva sobre los resultados logrados. Además -continúa el Tribunal de Cuentas-, el método de seguimiento no refleja todos los efectos financieros del gasto de la UE en acción por el clima a través de instrumentos financieros, ni distingue entre financiación de medidas de mitigación y de adaptación».
Conclusiones
Las recomendaciones de los auditores del Tribunal a la Comisión se refieren a "la necesidad de una consolidación plurianual sólida para avanzar hacia la consecución del objetivo del 20%, de crear un marco exhaustivo de información y seguimiento de los resultados y de evaluar con realismo y solidez las necesidades derivadas del cambio climático, y también a la necesidad de que se corrijan las sobrestimaciones y de que se elaboren planes de acción para los ámbitos rezagados". Por último, los auditores recomiendan que se exploren todas las oportunidades posibles para garantizar un cambio de orientación adicional y verdadero hacia las acciones contra el cambio climático.