El comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, ha destacado en una rueda de prensa que se trata de un "fuerte comienzo" para las emisiones de bonos verdes de Bruselas, que quiere captar unos 250.000 millones a través de este tipo de títulos sostenibles hasta 2026, del total de 806.000 millones que componen el fondo de recuperación. Hahn ha destacado que la UE se convertirá así en el mayor emisor de bonos verdes del mundo y tendrá un "fuerte impacto positivo" en el mercado, así como que servirá de "inspiración" para otros actores del mercado y facilitará la diversificación de carteras de los inversores, entre otras cuestiones. Las entidades financieras que han liderado la operación han sido Bank of America, Crédit Agricole, Deutsche Bank, Nomura y TD Securities, que han contado con el apoyo de Danske Bank, Intesa Sanpaolo y Banco Santander. La estrategia de Bruselas para la emisión de bonos verdes sigue los principios fijados por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) y servirá para contrastar que los Estados miembros cumplen realmente con su obligación de dedicar al menos el 37% de las transferencias y préstamos a inversiones relacionadas con la transición ecológica.
Los gastos que realicen los socios comunitarios serán asignados con un coeficiente (0%, 40% o 100%) en función de su contribución al clima y el marco establece nueve categorías de inversión, entre las que se encuentran, por ejemplo, el transporte limpio, la eficiencia energética o las energías limpias.
Los Estados miembros tienen la obligación de informar a las autoridades comunitarias sobre cada reforma e inversión que realicen dentro del plan de recuperación y la Comisión Europea desglosará sobre la base de esta información cómo han sido repartidos los recursos captados con bonos verdes en cada una de las nueve categorías. Esta tarea también será auditada por un auditor independiente.
El bono verde a quince años, con vencimiento el 4 de febrero de 2037, tiene un cupón del 0,4% y un rendimiento del 0,452% en el mercado secundario. Esto supone una prima de -8 puntos básicos con respecto al mid-swap, es decir, 31,6 puntos básicos por encima del bono alemán a quince años y -4,6 puntos básicos comparado con el título equivalente francés.