La transición energética dio trabajo a un 18,2% de mujeres en el año 2022, frente al 47% de empleo femenino del conjunto de la economía en el mismo año. Un porcentaje que no se aleja mucho del que había hace diez años, en 2012, cuando se situaba en el 17%. Una década y 1,2% de mejora. Además de la brecha de participación, que es la más importante, el estudio también ha detectado la existencia de otras brechas de género, como la segregación ocupacional: las mujeres se concentran en los puestos de trabajo de carácter administrativo, mientras que los puestos técnicos los ocupan sobre todo hombres. Participación y género son, por tanto, una brecha “profunda y persistente”, y “al ritmo de avance registrado en los diez últimos años, la paridad de género en el empleo de la transición energética tardaría 265 años en alcanzarse”. Es una de las conclusiones del estudio ‘El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España’ elaborado por la Fundación Naturgy, en colaboración con el Instituto para la Transición Justa (ITJ), que se ha presentado en la mañana del miércoles y que proporciona un diagnóstico ajustado y completo sobre la situación de la mujer en el mercado laboral vinculado a la transición energética, utilizando una multiplicidad de fuentes estadísticas. El análisis ha sido desarrollado por Abay Analistas, y la politóloga Cristina Monge ha coordinado al equipo de personas expertas.
Este estudio también pone de relevancia una brecha previa como es la formación y la participación de mujeres en los estudios técnicos más necesarios para la transición energética, tanto a nivel universitario como de Formación Profesional. El peso de las llamadas titulaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sobre el total de graduados universitarios es del 36% para los hombres y tan sólo del 11% para las mujeres. La brecha es aún mayor en la Formación Profesional con una ocupación del 7,9% por mujeres. En cambio, la brecha salarial de género es significativamente menor que en el conjunto de la economía: las mujeres cobran de media un 6% menos que los hombres en el sector, frente a un 14% global. Aun así, hay que tener en cuenta que también se detecta una sobre cualificación de las mujeres que trabajan en la transición energética.
Testimonios reales
Además del diagnóstico cuantitativo, el estudio incorpora testimonios de más de 50 mujeres que están trabajando en la transición energética y que confirman la existencia de las brechas de género, de estereotipos o de una cultura de empresa muy masculinizada en el sector. Por su parte, entre los factores favorecedores del cambio hay la implicación y los compromisos adquiridos por muchas empresas (como el establecimiento de cuotas), la aparición de empresas que siguen modelos de tipo cooperativo y de nuevas tecnologías de producción de energía, o la incorporación progresiva de hombres más jóvenes y con mayor sensibilidad ante las cuestiones de género.
Posibles soluciones
• Visibilización de las mujeres que trabajan en el sector
• Formación reglada y continua
• Políticas activas en favor de la equidad por parte de las empresas
• Involucración de todos los agentes del sector