El Energy Outlook 2019 de BNEF señala que, en aproximadamente la dos terceras partes del mundo, la energía eólica o solar representa actualmente la opción menos costosa para añadir nueva capacidad de generación de energía. Pero la demanda de electricidad aumentará un 62%, con lo que la capacidad mundial de generación casi se triplicará entre 2018 y 2050. Esto atraerá 13.300 millones de dólares en nuevas inversiones.
El análisis de la consultora muestra que el papel del carbón en el mix energético mundial caerá del 37% actual al 12% en 2050, mientras que el petróleo como fuente de generación de electricidad prácticamente desaparecerá. Por el contrario, las energías eólica y solar pasarán del 7% de generación actual al 48% en 2050. Las contribuciones de la energía hidroeléctrica, el gas natural y la energía nuclear seguirán siendo aproximadamente iguales en porcentaje.
"Nuestro análisis consolida un mensaje anticipando en los anteriores Energy Outlook: que los módulos solares fotovoltaicos, las turbinas eólicas y las baterías de iones de litio continuarán con curvas agresivas de reducción de costes del 28%, 14% y 18%, respectivamente, por cada duplicación de la capacidad instalada en todo el mundo". Para 2030, la energía generada o almacenada y despachada por estas tres tecnologías reducirá la electricidad producida por las plantas de carbón y gas existentes en casi todas partes", señala Matthias Kimmel, analista principal de NEO 2019.
El informe también deja claro que la actual senda de descarbonización solo permite que durante la próxima década y media, el aumento de las temperaturas mundiales no rebase el límite de los 2ºC. Y esto se logre sin introducir subsidios directos adicionales para las tecnologías existentes, como la solar y la eólica. Sin embargo, para lograr el nivel de transición y descarbonización necesarios, se necesitará más. "Habrá que reformar los mercados de energía para asegurar que las energías eólica, solar y las baterías sean remuneradas adecuadamente por sus contribuciones a la red", señala Elena Giannakopoulou, jefa de economía energética del BNEF. "NEO es ´agnóstico´ respecto a las políticas, pero asume que los mercados operan de manera racional y justa para permitir que los proveedores de menor costo ganen", añade.
Europa seguirá en cabeza
Europa será la región que más rápidamente descarbonizará su red, con un 92% de su electricidad suministrada por fuentes renovables en 2050. Las principales economías de Europa occidental ya se encuentran en una trayectoria de reducción significativa de las emisiones de CO2 gracias a la fijación de los precios del carbono y al firme apoyo de las políticas para frenar el calentamiento global.
Por el contrario, Estados Unidos, con su abundancia de gas natural a bajo precio, y China, con muchas plantas modernas de carbón, van a un ritmo más lento. De acuerdo con BNEF, las emisiones del sector energético alcanzarán su punto máximo en 2026 en China, y luego se reducirán a más de la mitad en los próximos 20 años.
Por otra parte, la demanda de electricidad de Asia se duplicará con creces hasta 2050.
Con 5.800 millones de dólares, la región de Asia y el Pacífico representará casi la mitad de todo el nuevo capital que se gastará en el mundo para satisfacer esa creciente demanda. China e India juntas necesitarán una inversión de 4.300 millones de dólares. En Estados Unidos se invertirán 1.100 millones de dólares en nueva capacidad energética, y las energías renovables duplicarán con creces su participación en la generación, hasta alcanzar el 43% en 2050.
Hay que hacer mucho más
BNEF señala, no obstante, que para no superar los 2ºC después de 2030 será necesario hacer mucho más. Y aunque esto no lo dice la consultora, si el objetivo es lograr una reducción por debajo de 1,5ºC, como piden los científicos del IPCC, hacen falta esfuerzos mucho mayores.
De acuerdo con la consultora, el viento y la energía solar serán capaces de aportar el 80% de la generación de electricidad en varios países a mediados de siglo, con la ayuda de las baterías, pero ir más allá de eso será difícil y requerirá el apoyo de otras tecnologías . En concreto, BloombergNEF cita el biogás, el hidrógeno verde y la nuclear, además de la captura y almacenamiento de carbono.
La recomendación final de Seb Henbest, director de NEO, es: "Nuestro análisis sugiere que los gobiernos deben hacer dos cosas distintas. Una, asegurar que sus mercados sean favorables a la expansión de la energía eólica, solar y de las baterías de bajo costo; la otra, apoyar la investigación".