Los requisitos para la obtención de las ayudas son muy explícitos: que las actuaciones tengan un impacto significativo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y, también, en el aumento de la autosuficiencia energética, con la consiguiente rebaja de la factura energética de los ayuntamientos. Las inversiones deberán realizarse siempre en equipamientos o en terrenos de titularidad municipal.
Con la vocación de avalar iniciativas de ejemplaridad elevada, las aportaciones previstas por la Diputación son importantes y contemplan subvenciones mínimas de 100.000 euros, con un límite máximo de 1,5 millones por solicitud, para cubrir hasta el 90% de la inversión que requieran los proyectos. Además, las ayudas están destinadas a actuaciones de alto impacto: proyectos de energía fotovoltaica de más de 80 kWp instalados y proyectos de biomasa de más de 80 kW. En la tercera línea, vinculada a la eficiencia energética y, en particular, a la mejora del alumbrado público, se requiere una actuación mínima de 300 puntos de luz.
El montante del conjunto de líneas económicas incluidas en el programa «Renovables 2030» se aproxima a los 70 millones de euros, y se distribuirá entre los años 2022, 2023 y 2024. Los ayuntamientos podrán optar a las ayudas siempre y cuando al solicitarlas dispongan de proyectos ejecutivos maduros. Una ventaja añadida relevante es la posibilidad de presentar varias solicitudes, siempre bajo la condición de que cada una de ellas agrupe proyectos de una misma línea –fotovoltaica, biomasa, eficiencia en alumbrado– y dentro de los límites de presupuesto fijados.
Una de las características más innovadoras del programa «Renovables 2030» es el hecho de que uno de los criterios que se utilizan para valorar las solicitudes se basa en el concepto de ‘intensidad climática de inversión’, cuyo valor se calcula a partir de la reducción de CO2 por euro invertido. Este criterio, que ostenta la máxima puntuación en la valoración de las peticiones –hasta un 80%–, habla a las claras de los objetivos de la convocatoria, esto es, desarrollar las políticas de ‘Acción climática’ que la Diputación de Barcelona se planteó en su Plan de Acción de Mandato 2019-2023: responder al desafío de la emergencia climática –reconocida por la corporación en octubre de 2019–, acelerar una necesaria transición energética, impulsar a gran escala las fuentes de energía renovable y, en definitiva, avanzar hacia modelos municipales de economía descarbonizada y de dependencia energética mínima. Otros criterios de valoración son el compromiso climático –adhesión al Pacto de las Alcaldías–, o la previsión de un ‘impacto añadido’ –por ejemplo, un componente social, como una comunidad energética o excedentes de producción destinados a pobreza energética, una red de calor o elementos de gestión inteligente–. Y, finalmente, un cada vez más imprescindible ejercicio de comunicación y de educación ambiental que apele a la participación de la ciudadanía.
En Renovables 2030 la intensidad climática de inversión es un criterio de valoración de solicitudes que calcula la reducción de CO2 por euro invertido
Como ya se ha comentado anteriormente, la estrategia «Renovables 2030» pretende tener una incidencia muy concreta en el día a día de las corporaciones municipales: la reducción de las emisiones, los beneficios sociales ya mencionados y la rebaja de los costes energéticos, incentivos todos muy deseables en la actual coyuntura climática, geopolítica y social.
Cabe advertir, además, que para las inversiones de menor alcance en municipios medianos y pequeños, el programa «Renovables 2030» incluye otras líneas de asistencia económica y técnica que garantizan aportaciones también directas y muy significativas. Se pretende contribuir así a los criterios de equidad territorial, postulados siempre por la institución, y a las políticas de reto demográfico.
Además, la convocatoria destaca también por el esfuerzo dedicado a simplificar la complejidad de los trámites administrativos. Se quiere hacer hincapié, de esta manera, sobre la necesidad de que las administraciones supralocales se adapten a las necesidades de los entes locales, de forma que llegue a ejercerse un verdadero proceso de acompañamiento entre iguales.
El compromiso de los ayuntamientos con los objetivos de la Unión Europea y de la Agenda 2030 han sido los ejes que han guiado a la Diputación de Barcelona en el diseño del programa «Renovables 2030». Innovación aplicada al desafío que constituye para todos el escenario de la emergencia climática.
Más información en www.diba.cat/web/mediambient/renovables-2030
Esta acción de la Diputación de Barcelona responde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los 17 ODS fueron proclamados por la Asamblea General de Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015 y forman parte de la Agenda global para 2030. La Diputación de Barcelona asume su cumplimiento y despliega su acción de apoyo a los gobiernos locales de la provincia de acuerdo con estos ODS.