La obra de la regasificadora de El Musel ha tenido un coste de 380 millones de euros y “fue un sinsentido desde el primer momento”, según Olga Álvarez, coportavoz de Equo Asturias. Álvarez ha denunciado además que “Enagas conocía que la regasificadora que iba a construir era ilegal y que no iba a tener uso”. La portavoz ecologista considera por eso que esa empresa “tiene responsabilidad en el despilfarro que supuso esa obra y debe asumir el coste del mismo”. Por otro lado, la coportavoz de Equo a nivel federal, Rosa Martínez, ha vaticinado que “esta no será ni la primera, ni la última vez que sucede” algo así, debido a “una política de infraestructuras de gas totalmente opaca", que apuesta por grandes instalaciones "innecesarias", que carece de toda estrategia o planificación; y cuyo coste -denuncia Martínez- "termina repercutiendo en la factura del gas de los consumidores”. La coportavoz ecologista ha alertado sobre la posibilidad de que suceda lo mismo con el almacén de gas que se está construyendo en Doñana.