La primera planta hipocarbónica para las empresas cerámicas de Castellón creada por el Instituto de Tecnología Cerámico (ITC) está equipada con tecnologías de vanguardia y va a permitir al centro tecnológico estudiar las posibilidades y la viabilidad de que las empresas del sector cerámico utilicen en sus procesos de fabricación energías limpias (combustión mediante hidrógeno, la inducción o electrificación) en sustitución de combustibles fósiles, que es la que se emplea actualmente. Financiada por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) con cerca de un millón de euros y con cofinanciación europea, está aún en fase experimental.
En la actualidad se están realizando en la planta proyectos de descarbonización de la industria y se espera que esté totalmente operativa en 2023. Desde el Instituto de Tecnología Cerámico se prevé que la futura implantación de estas energías ayude a reducir en torno a un 80% los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera y disminuir los costes en la factura del gas y electricidad que en este último año han experimentado aumentos de más de un 140% y 160% respectivamente. A estos datos hay que añadir que en 2021 la factura energética del azulejo ya equivalía a la mitad de la exportación del sector.
La planta piloto hipocarbónica integra, además, otros aspectos más transversales como son la generación de electricidad para autoconsumo mediante placas fotovoltaicas, la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, etc., lo que la convierten en un edificio de bajas emisiones.