“Hemos visto cómo las medidas del Gobierno mexicano en los últimos años han frenado la inversión europea en energías renovables, que iba muy fuerte, unos 13.000 millones de euros, y hay inversiones que se han frenado”, explicó Mignot en una conferencia de prensa, recogida por numerosos medios, con motivo del Día de Europa, que se celebró ayer martes.
Aun así, el diplomático aseguró que la UE respeta la decisión del Gobierno mexicano de otorgar un papel preponderante a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa eléctrica del Estado, y celebró que vaya a involucrarse en la producción de energías renovables. Y añadió que la UE sigue viendo a México "con oportunidades para el futuro”. “Se va a requerir inversión privada si México quiere cumplir sus metas”, subrayó Migno,t en referencia a los compromisos adquiridos para reducir sus emisiones de carbono y aumentar el porcentaje de energías limpias en el país.
La actual política energética mexicana también está tensionando el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que sus dos vecinos del norte consideran inadecuado, y así lo han denunciado, que se anteponga a la CFE frente a las empresas privadas extranjeras.
Entre las compañías afectadas por esta política se encuentra la española Iberdrola, criticada en numerosas ocasiones por López Obrador, quien anunció a principios de abril la compra por cerca de 6.000 millones de dólares de 13 plantas de generación eléctrica a esta multinacional. La adquisición, dijo el presidente mexicano, supone una “nueva nacionalización” y permitirá que estas instalaciones pasen a ser parte del “patrimonio público”.