Existen argumentos que explican esta situación. Por una parte sólo la eólica está experimentando un crecimiento notable. Por otro, la demanda de electricidad ha aumentando un 6% por segundo año consecutivo, con lo que la producción renovable, que se ha calculado en 8.474 GWh en el año 2000, apenas aumenta su peso relativo.
Los datos aportados hoy por la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) "son enormemente preocupantes porque se hace difícil imaginar cómo va a cumplir España los objetivos del Plan de Fomento de las Energías Renovables, que prevé que el 16,4% de toda la electricidad provenga en el 2010 de fuentes renovables, objetivo que también recoge la Directiva Europea de promoción de electricidad renovable que actualmente tramita la UE".
APPA hace extensible su reflexión al objetivo más global del Plan de Fomento, que pretende que el 12% del consumo de energía primaria sea cubierto en 2010 con fuentes renovables. Según Manuel de Delás, secretario general de APPA, "necesitamos un cambio radical para alcanzar esos objetivos y hay que insistir en las medidas de ahorro y eficiencia se han olvidado las partidas presupuestarias destinadas a la gestión de la demanda, y en la necesidad de redoblar la apuesta por las energías renovables".
España, segunda potencia eólica mundial
Según el censo de instalaciones realizado por APPA en las últimas semanas, a 1 de enero de 2001 había 2.502 MW instalados, cifra que convierte a nuestro país en la segunda potencia eólica mundial, detrás de Alemania (6.113 MW), y al mismo nivel que Estados Unidos (2.495 MW). Dinamarca ocupa la cuarta posición con 2.301 MW.
El pasado año se instalaron 1.000 nuevos MW eólicos en España, lo que supone que, uno de cada cuatro MW instalados en el mundo se levantó en nuestro país. Por comunidades autónomas destacan Galicia (685 MW), Navarra (547 MW) y CastillaLa Mancha (418 MW), siendo esta última comunidad la que más ha crecido en términos absolutos, con más de 300 nuevos MW instalados.
APPA duda que se mantenga este ritmo de crecimiento eólico "porque la petición de autorizaciones se ha convertido en un auténtico calvario y porque hay que hacer infraestructuras de evacuación que tienen una gran oposición ambiental".
La minihidráulica, parada
La minihidráulica está completamente parada por problemas con asociaciones conservacionistas, según APPA. Existen 172 obras hidráulicas ya realizadas, "por tanto con el posible impacto ambiental ya producido señala Manuel de Delás, que podrían tener un aprovechamiento hidroeléctrico, pero nadie ha dado un solo paso en los últimos tiempos en este tema".
En cuanto a la biomasa, "no se aprovecha porque no salen los números, la prima de la biomasa es insuficiente asegura de Delás y se necesitan confluencias de políticas diversas como agricultura, medio ambiente y economía". Otro tanto sucede con la solar térmica. "Si las políticas de vivienda tomaran alguna medida en positivo, las instalaciones térmicas podrían extenderse por todo el país". Por último, la burocracia sigue bloqueando el despegue de la fotovoltaica, que parece haber despertado el interés de los ciudadanos. No obstante, tienen luego que hacer frente a todo tipo de trabas administrativas, por más que un decreto especifique cuál es el papeleo exigible.
A título casi anecdótico, los responsables de APPA han apuntado la posibilidad de que la crisis de las vacas locas incida negativamente sobre los cultivos energéticos ya que tendrán que dedicarse más tierras a la producción de forraje para el ganado, ahora que las vacas vuelven a ser "vegetarianas".
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