La carta redactada por BirdLife pide a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que, como parte de su respuesta a la pandemia del coronavirus, añada un "Artículo 31" a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, “en el que se consagre el derecho universal a un medio ambiente natural sano garantizado por las políticas públicas y regido por la sostenibilidad, el conocimiento científico y la sabiduría tradicional”. La Declaración Universal de los Derechos Humanos surgió tras la Segunda Guerra Mundial “como un ideal común para todos los pueblos y naciones”. La Declaración establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero. Sus 30 artículos abordan temas como la tortura, la esclavitud y la educación. Sin embargo, el texto, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, no incluye ningún artículo -explican desde BirdLife- sobre la conservación del medio ambiente, “del que dependen la vida, la salud de las personas y su desarrollo social y económico”.
Patricia Zurita, directora ejecutiva de BirdLife International: “Covid-19 es la mayor crisis mundial desde la Segunda Guerra Mundial. Pero si bien la pandemia es devastadora, también ofrece a los líderes mundiales la oportunidad, y de hecho la obligación, de transformar la sociedad, para proteger aún más nuestro bienestar y el de las generaciones futuras. La salud de nuestro planeta es nuestra salud. Los humanos dependemos de la naturaleza para nuestra supervivencia, pero nuestras acciones han alterado el equilibrio natural de la Tierra"
BirdLife alerta: estamos inmersos en “la doble crisis del clima y de la biodiversidad, que ha puesto a más de un millón de especies en peligro de extinción, y que también afecta negativamente a la salud humana”. Según la asociación conservacionista, “la pandemia actual tiene sus raíces en la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de especies, y, como en el caso de las crisis climática y de la biodiversidad, pone de relieve una vez más la necesidad y la posibilidad de que la humanidad tome conciencia de que estamos todos conectados y de que hay que trabajar de forma unida y coordinada para dar una respuesta urgente”.
Melanie Heath, directora de Ciencia y Política de BirdLife International: “en el pasado se han hecho esfuerzos para incluir el derecho a un medio ambiente saludable. Hoy en día esperamos que la gravedad de la pandemia sea una llamada de atención lo suficientemente fuerte como para que las Naciones Unidas y los ciudadanos del mundo se unan para restaurar la naturaleza y protegernos de crisis similares en el futuro"
Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife: “el artículo 31 sería un regalo para el mundo y las generaciones futuras. Y qué momento más apropiado para lanzar un manifiesto por ello que el Día de la Tierra. En lugar de aprender de la crisis del coronavirus, algunos líderes la utilizan cínicamente como excusa para hacer retroceder la protección del medio ambiente. Consagrar un medio ambiente natural sano como un derecho humano será un logro que beneficiará a la humanidad en los siglos venideros, y es la única manera de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
La carta enviada por BirdLife al secretario general de Naciones Unidas hace un llamamiento urgente para que el derecho a un medio ambiente natural saludable sea incluido en la agenda de la Cumbre de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad en septiembre de 2020, con el objetivo final de su aprobación en diciembre de 2023, para conmemorar el 75º aniversario de la adopción de la Declaración Universal por la Asamblea General.
Esta carta -explican desde BirdLife- es un llamamiento abierto al resto de la sociedad civil del planeta para que la apoye: “la inclusión del derecho a un medio ambiente natural sano es una tarea que todos deberíamos respaldar si queremos proteger nuestro bienestar, nuestra supervivencia y salvar nuestro planeta”.
Clica aquí si quieres saber más y/o para firmar la petición pública de BirdLife
Carta abierta de BirdLife International al secretario general de la ONU sobre la necesidad de reconocer el derecho de los seres humanos a un medio ambiente sano
Para el Excelentísimo Sr. D. António Guterres
Secretario General de Naciones Unidas
Hoy, en el 50º aniversario del Día de la Tierra, como si la incesante rotación del planeta se hubiera ralentizado y casi detenido, el coronavirus ha supuesto un desafío sin precedentes. Nos conecta a todos en nuestra fragilidad y en nuestra íntima conexión con nuestro planeta y con la naturaleza.
Ya sea confinados en nuestros hogares o tratando de mantener la ahora necesaria distancia social, cuidando heroicamente a los enfermos y moribundos, o continuando con la prestación de servicios públicos esenciales, incluso con riesgo de contagio… todos nos preguntamos ¿cómo hemos llegado a esta situación?
Es por eso que, en este momento trascendental en la historia de la humanidad, necesitamos su liderazgo al frente del timón de Naciones Unidas. La salud de nuestro planeta, de nuestros ecosistemas, de nuestras economías, e incluso de nosotros mismos, claman ahora para que la Asamblea General reconozca nuestro derecho universal a vivir en un entorno natural sano garantizado por políticas públicas regidas por la sostenibilidad considerando el conocimiento científico y la sabiduría tradicional.
Le invitamos, le imploramos, a pedir una ampliación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas añadiendo un nuevo artículo 31, que reconozca el derecho a un medio ambiente sano. Incluyendo esta petición en el programa de la Cumbre de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica en septiembre de 2020, podría lograrse su aprobación en diciembre de 2023, para marcar el 75º aniversario de la adopción de la Declaración Universal por la Asamblea General.
El desprecio y la indiferencia, hasta llegar a su destrucción, con que la humanidad ha tratado a nuestro entorno natural y a las demás especies con las que compartimos nuestro maravilloso planeta, son directamente responsables de esta situación.
Sabemos que, aún afligidos por el dolor y la pena y sumidos en una crisis económica, dejaremos atrás al coronavirus. Pero una vez que lo superemos, no escaparemos de las graves crisis climática y de biodiversidad, tan relacionadas una con otra, y veremos cómo nuestra falta de atención al planeta afecta a otros derechos humanos universales como el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad.
La ciencia ahora es clara. En esta crítica "Década de la Acción", debemos tomar las medidas necesarias para salvar los ecosistemas del planeta de su colapso. Si no se abordan decididamente, los efectos del calentamiento global y la pérdida de biodiversidad en la salud de las personas y sus economías serán irreparables.
Así como la declaración inicial de los derechos humanos se forjó de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, también ahora debemos aceptar el reto de encontrar una mejor y nueva forma de comportarnos con nuestro planeta. La inspiradora y decidida Greta Thunberg, y el movimiento mundial de la juventud que ha creado, son las caras del futuro que ponen en evidencia, de manera muy incómoda, lo que supone no asegurar la salud del planeta como un derecho humano básico. De hecho, ya corremos el riesgo de ignorar y socavar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 si no atendemos el desafío de ese cambio social tan necesario y transformador.
Sabemos que ampliar la Declaración Universal de Derechos Humanos es un acto de enorme trascendencia. Pero estamos convencidos de que este momento de crisis se necesita su coraje y liderazgo para hacer frente al colapso de los ecosistemas y al irreversible calentamiento del planeta. No hay nada más sagrado que nuestra magnífica Tierra, y quizás nunca ha habido un momento más importante para consagrar un derecho humano que nos obligue a todos a respetarla en nuestro propio beneficio.
En BirdLife International, una gran familia de ciudadanos, científicos y conservacionistas de más de 100 países, fundada en 1922 poco después de la Sociedad de Naciones, creemos que compartimos esta responsabilidad histórica. Por lo tanto, como observador de la sociedad civil reconocido por Naciones Unidas, le instamos humildemente a que plantee esta cuestión en la próxima Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre.
Agradecemos su urgente atención a esta cuestión y estamos dispuestos a avanzar y movilizar a los ciudadanos del planeta, en todos los continentes, por todos los mares y océanos, para que respalden ese trascendental llamamiento y apoyen su liderazgo.
Atentamente,
Patricia Zurita
Directora Ejecutiva de BirdLife International, en nombre de la Asociación BirdLife International