La nuclear de Cofrentes podría estar operando con elementos combustibles defectuosos

Según la revista editada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) del 2º trimestre de este año, la central se vio obligada a bajar la potencia el pasado 22 de enero para hacer las maniobras necesarias para localizar el elemento combustible defectuoso. Después de identificar el elemento se volvió al 100% de potencia y se continuó la operación. Sin embargo, desde entonces, la radiactividad en el refrigerante ha continuado incrementándose, como es normal cuando se opera en esas condiciones.

Las centrales nucleares están continuamente emitiendo gases radiactivos que se producen en el proceso de fisión nuclear y que se extraen de los circuitos de refrigeración. Esas emisiones radiactivas, en su mayor parte formadas por gases nobles, son enviadas al sistema de tratamiento de desechos gaseosos, antes de ser vertidas a la atmósfera.

Según Ecologistes en Acció la composición de los gases emitidos últimamente en Cofrentes (Xenon-135, Kripton-88, Iodo-131) indica que el origen de los mismos es algún elemento combustible roto. En estos últimos meses la actividad radiactiva medida en los efluentes del recombinador del sistema es cada vez más elevada, e incluso es posible que se haya podido superar el límite máximo admisible (290 mCi/s), lo que obligaría a parar la central.

El grupo ecologista mantiene que eso significa que la central nuclear de Cofrentes está operando posiblemente con varios elementos combustibles rotos, con el consentimiento del CSN, que de esa forma contribuye a evitar la parada de la central, siempre costosa, pues supone la pérdida de decenas de millones de ptas diarios debido al descenso en la facturación de energía eléctrica generada. Aparte de contribuir al aumento de las emisiones de gases radiactivos a la atmósfera, con el consiguiente aumento de la radiactividad del medio ambiente cercano a la nuclear, el funcionamiento con elementos defectuosos supone un aumento del volumen de los residuos líquidos y sólidos generados (filtros, lechos de carbón activos...) que será preciso gestionar y almacenar.

Ecologistes en Acció del País Valencià acusa de oscurantismo a los responsables de Cofrentes, "que como en muchas otras ocasiones no informa a la población ni a la opinión pública de los problemas de la misma, ni evita en este caso que las emisiones radiactivas a la atmósfera aumenten de forma notable". También muestra su desconfianza sobre la actuación del CSN, organismo al que acusa de adoptar muchas veces una política de connivencia con los propietarios de las centrales (Iberdrola en este caso).

Por otro lado, la central nuclear de Ascó (Tarragona) almacenó en el grupo I combustible nuevo sin permiso oficial. El CSN ha elevado una propuesta al Ministerio de Industria para abrir un expediente sancionador por este almacenamiento indebido, que tuvo lugar el pasado mes de marzo. Ecologistes en Acció
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La nuclear de Cofrentes podría estar operando con elementos combustibles defectuosos