Spainsif, Foro de Inversión Sostenible en España, se define como "una asociación sin ánimo de lucro constituida por entidades interesadas en promover la Inversión Socialmente Responsable en España". Son miembros de Spainsif, que cuenta con 108 asociados, 14 entidades financieras y aseguradoras, 43 gestoras de activos, 23 proveedores de servicios y centros académicos relacionados, 17 organizaciones sin ánimo de lucro y los dos sindicatos mayoritarios en España. Entre los asociados se encuentran, así, entidades como BBVA, Comisiones Obreras, la Fundación Ecología y Desarrollo, seguros Allianz, el Instituto de Crédito Oficial, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) o el banco Santander. Spainsif publica el estudio que nos ocupa desde el año 2009. Esta edición, como la anterior, ha sido patrocinada por DWS.
El estudio La inversión sostenible y responsable 2022 ha sido elaborado -informa Spainsif- a partir de las aportaciones de 26 entidades nacionales y 21 gestoras y propietarios de activos internacionales, que han respondido a un cuestionario de acuerdo con la metodología de Eurosif. Según los datos analizados, del total del volumen en inversión sostenible, 234.896 millones de euros corresponden a entidades nacionales y 144.721 millones a activos de organizaciones internacionales comercializados en España.
La integración ASG alcanza la cifra de 170.370 millones de euros, siendo la estrategia más usada a la hora de la inversión, con un 45% de los activos.
Los activos ASG totales gestionados en España han aumentado en un 10%. Diferenciando por origen de las entidades, los activos ASG nacionales han aumentado en un 3% con respecto al año anterior, mientras que los internacionales lo han hecho en un 24%.
La materialización tradicional de la inversión sostenible se basa en la aplicación de una o varias estrategias que, con distinto grado de sofisticación, permiten identificar aquellos activos alineados con la política de inversión establecida por la entidad para cada producto.
Como estrategias más sencillas, se establecen aquellas basadas en exclusiones o screening basado en normas, mientras que entre las de mayor calidad, que requieren un mayor grado de análisis, se encuentran la integración ASG y la inversión de impacto. Siguiendo con la metodología establecida por Eurosif, en caso de multiestrategia para un mismo activo, el volumen se asigna a la que se considera de mayor complejidad.
Atendiendo a estas estrategias, las exclusiones, es decir, evitar inversiones, actividades, sectores o incluso regiones del universo de inversión, ascienden a 31.410 millones de euros en 2021 como estrategia única. A pesar de ello, es una de las estrategias más extendidas dentro de las organizaciones (en base a la política formal), ya que suelen usarla como filtro básico a todas sus carteras, sobre la que van añadiendo criterios más refinados para definir productos con mejores características ASG.
La temática de exclusión más común dentro de las organizaciones encuestadas es la de inversión en bombas de racimo y minas antipersona, con un 87% de las respuestas, seguida de las armas de destrucción masiva con un 83%. El 30% de las organizaciones encuestadas evita cualquier tipo de actividad relacionada con la producción y comercio de armas. Cabe destacar que, en el caso de las entidades nacionales, el porcentaje de exclusiones en aspectos sociales es especialmente diferenciador.
En un grado más de sofisticación se encuentra el screening basado en normas, lo que supone la selección de activos de acuerdo con el cumplimiento de estándares internacionales y normas basadas en criterios ASG, como las publicadas por la OCDE, las Naciones Unidas, Pacto Mundial o la OIT, entre otras. En 2021 los activos gestionados bajo esta estrategia, según los datos reportados, alcanza 16.584 millones de euros, reduciéndose un 63% respecto a los datos de 2020. Las normas más utilizadas por las entidades participantes en este estudio son Pacto Mundial, las Directrices de la OCDE para empresas multinacionales, los Principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT y el Acuerdo de París.
La estrategia best-in-class, basada en la selección positiva de aquellas entidades con mejor desempeño dentro del universo de inversión, solo alcanza 11.528 millones de euros, disminuyendo un 3% respecto a 2020.
Por su parte, la inversión temática alcanza los 8.753 millones de euros, aumentando 28% respecto a 2020, conviviendo con aspectos relacionados con la integración de criterios ASG, lo cual afecta al cómputo en dicha estrategia. Las principales temáticas de este tipo de inversión en 2021 son las energías renovables, la eficiencia energética y la gestión del agua.
La integración ASG, es decir, la aplicación de criterios ambientales, sociales y de buen gobierno, junto con el análisis de rentabilidad/riesgo de las carteras, se consolida como la estrategia más utilizada, alcanzando la cifra de los 170.370 millones de euros. Esta estrategia es la contemplada como referente en la normativa europea en materia de sostenibilidad.
El engagement, es decir, el activismo accionarial a través del diálogo activo, y el voting, el activismo accionarial a través del derecho a voto, suelen contabilizarse como una misma estrategia a efectos de este estudio. Según los datos reportados, alcanza la cifra de 111.717 millones de euros en 2021, con un gran crecimiento respecto al año 2020. Esto viene explicado, sobre todo, por la aportación de las entidades nacionales, asemejándose así a las entidades internacionales en lo que se refiere al peso de los activos gestionados.
Del análisis realizado de esta estrategia, se puede concluir que, a pesar del aumento llamativo en el número de activos gestionados por las entidades nacionales, aún falta un paso más en la sofisticación de sus políticas de engagement y voting, si bien están convergiendo con las entidades internacionales.
Por último, la inversión de impacto, definida como aquella realizada con intención de generar un beneficio social o ambiental, medido y comunicado, además de rentabilidad para los inversores, alcanza en 2021, según los datos proporcionados por las entidades encuestadas, 29.257 millones de euros, disminuyendo en un 11% respecto a 2020. Este volumen, según las entidades encuestadas, está canalizado a través de vehículos de inversión específicos: fondos de inversión, bonos verdes, bonos sociales y otros productos referenciados a los ODS. La cifra aportada es compatible con otras aproximaciones más amplias o más especializadas, a contemplar en la futura metodología del estudio.
Spainsif valora
«Los avances en el marco regulatorio europeo, dentro Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, así como el alineamiento de los mercados a dichas disposiciones, están propiciando el incremento de la demanda y oferta de productos sostenibles, atendiendo a las clasificaciones del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), artículos 8 y 9. No obstante, aún quedan desarrollos normativos pendientes, que tendrán su reflejo en la próxima edición del estudio anual, con la entrada en vigor de MIFID II, entre otros aspectos, al igual que la propuesta de Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD)»
Al igual que en el estudio relativo a los datos de 2020, la edición 2022 recoge de nuevo el dato del número de estrategias que utilizan las organizaciones encuestadas. Esta referencia es significativa en cuanto a que nos informa del grado de madurez de la inversión sostenible. Nuevamente, vemos diferencias entre las entidades nacionales, lo más habitual es que utilicen seis estrategias, con respecto a las internacionales, las cuales, utilizan en el 94% de los casos, seis o más estrategias.
El 68% de las entidades participantes en el estudio en 2021 sigue los Principios para la Inversión Responsable (PRI) y el 40% sigue la Task Force on Climate-Related Financial Disclosures (TCFD). Adicionalmente, el 53% declara estar adherido a algún estándar ISR. En este aspecto, se identifican diferencias significativas entre entidades nacionales e internacionales, con un 27% las primeras y un 86% las segundas.
En cuanto a la tipología de activos ASG, la renta mixta se convierte en la primera en peso de activos, representando el 28%, seguida de la renta variable, con el 25% y la renta fija, con el 22%. Según los datos recabados, la inversión minorista aumenta hasta el 24%, siguiendo la senda ascendente de los últimos años y, respecto al país o región receptora de la inversión, el principal destino de los activos según los datos reportados para 2021 es Europa, con un 62%, seguido del mercado doméstico, con el 17% y de América del Norte, con un 13%.
El incremento de personal dedicado a la inversión sostenible que tenía lugar los años anteriores parece haberse frenado este año, si bien no disminuye, tampoco aumenta de la misma manera en la que lo venía haciendo con anterioridad. Las agencias de rating ASG siguen siendo la principal fuente de información ASG, con un 41%.
Por lo que respecta al Plan de Acción sobre Finanzas Sostenibles, se sigue percibiendo la Taxonomía como el principal factor clave, seguido por la divulgación y deberes de los inversores y la integración de la sostenibilidad en la gestión del riesgo. Los encuestados siguen identificando la legislación como el principal factor para el desarrollo de la ISR en los próximos años.
En cuanto a las percepciones recogidas sobre el crecimiento esperado de la ISR, son, generalmente, optimistas, si bien en un menor grado a la encuesta del año pasado. El 36% percibe que el crecimiento estará entre el 15 y el 30% para 2022, mientras que el 23% que el crecimiento será superior al 30%. Respecto al crecimiento previsto en los próximos tres años, el 38% de los encuestados espera que la ISR aumente más de un 30% y el 19% espera que lo haga en más del 50%. No obstante, hay que tener en cuenta el momento de mercado en el que remitieron estas valoraciones (verano de 2022).
Durante la presentación del informe, el director general de Spainsif, Francisco Javier Garayoa, ha explicado que el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles y la legislación siguen siendo para los encuestados los mayores impulsores de la inversión sostenible, resultando clave el desarrollo completo de la normativa sobre la taxonomía ambiental y social, así como las disposiciones complementarias del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR por sus siglas en inglés). Asimismo, también ha subrayado el especial impacto que puede suponer para la demanda minorista la entrada en vigor, en agosto de 2022, de Green MiFID II y sus preguntas sobre sostenibilidad.
El director general de Spainsif ha destacado la importancia creciente de la gobernanza, G” la necesidad de una mayor integración de esta, como soporte de la parte ambiental (A) y social (S), y la necesidad de la homologación de indicadores tanto por parte del regulador como de los actores del mercado.
Joaquín Garralda, presidente de Spainsif: “la inversión sostenible sigue ganando relevancia por el interés creciente de los inversores y por los desarrollos normativos de la UE. El resultado se puede apreciar tanto en el crecimiento del volumen de los activos gestionados con criterios de sostenibilidad, como en el desarrollo de nuevos productos financieros creados bajo esta perspectiva. Si bien la regulación condiciona principalmente el comportamiento de los intermediarios financieros, también está condicionando al pequeño inversor al dar más visibilidad a los aspectos ESG cuando solicita asesoramiento financiero”
Por su parte, Aleksandra Palinska, directora ejecutiva de Eurosif, ha considerado que la nueva Estrategia en materia de Finanzas Sostenibles, publicada en julio de 2021 y que desarrolla el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles original de 2018, probablemente contribuirá a un mayor aumento de las inversiones sostenibles, incluso entre los inversores minoristas.
Credenciales
Spainsif se define como "una asociación sin ánimo de lucro constituida por entidades interesadas en promover la Inversión Socialmente Responsable en España, creando una plataforma en la que se integran entidades financieras, aseguradoras, entidades gestoras, proveedores de servicios ISR, universidades, escuelas de negocios, organizaciones sin ánimo de lucro vinculadas a la ISR y sindicatos, compuesta actualmente por 108 asociados de los que 14 son entidades financieras y aseguradoras, 43 son gestoras de activos, 23 son proveedores de servicios y centros académicos relacionados, 17 organizaciones sin ánimo de lucro y los 2 sindicatos mayoritarios".