El gasto total en energía libres de CO2 aumentó un 17% el año pasado, hasta los 1,8 billones de dólares, según el informe de BloombergNEF (BNEF). La inversiones analizadas por la consultora abarcan la instalación de energías renovables, la compra de vehículos eléctricos, la construcción de sistemas de producción de hidrógeno, pero también el despliegue de las energía nuclear. Si se añaden las inversiones para crear cadenas de suministro de energía limpia, la financiación total en 2023 asciende a 2,8 billones de dólares.
De acuerdo. Con BNEF, este gasto récord “refleja la creciente urgencia de los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático tras el año más caluroso jamás registrado”. Sin embargo, la consultora puntualiza que “el nivel actual de inversión en tecnologías energéticas limpias no es ni mucho menos suficiente para encarrilar al mundo hacia el objetivo de cero emisiones netas a mediados de siglo”. Según el informe, la inversión en transición energética tendría que alcanzar una media de 4,8 billones de dólares al año entre 2024 y 2030 para ajustarse al Escenario Cero Neto de BNEF, una trayectoria alineada con el Acuerdo de París a partir del Nuevo Panorama Energético de 2022. Esto es casi tres veces la inversión total observada en 2023.
China, a la cabeza
El país asistico sigue siendo el mayor mercado con diferencia, con 676.000 millones de dólares gastados el año pasado. Esto supone un aumento de un 6% respecto a 2022. En comparación, las inversiones en Estados Unidos, Reino Unido y Europa crecieron mucho mas, al menos un 22%, hasta un total combinado de 718.000 millones de dólares.
BNEF indica que esto se logró, en parte, gracias a los incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación, la emblemática ley estadounidense sobre el clima, que está empezando a tener un impacto significativo. Las fuertes ventas de vehículos eléctricos en el Reino Unido y el auge de la demanda de energías renovables en Europa también contribuyeron a aumentar la cifra, añade BNEF.
El transporte, a la cabeza
El informe destaca que el transporte electrificado es ahora el mayor sector de gasto en la transición energética, con un crecimiento del 36% en 2023, hasta alcanzar los 634.000 millones de dólares. Esta cifra incluye el gasto en coches eléctricos, autobuses, vehículos de dos y tres ruedas y vehículos comerciales, así como la infraestructura asociada.
Así, el transporte electrificado superó al sector de las energías renovables, que experimentó un aumento del 8%, hasta alcanzar los 623.000 millones de dólares. Esta cifra incluye la inversión realizada para construir instalaciones como centrales eólicas, solares y geotérmicas, y plantas de producción de biocombustibles, entre otras cosas. La inversión en redes eléctricas ocupó el tercer lugar, con 310.000 millones de dólares. Las redes son un elemento fundamental para la transición energética, y la inversión en ellas deberá aumentar en los próximos años, subraya BNEF.
La consultora también destaca que la inversión en la cadena de suministro mundial de energía limpia, incluidas las fábricas de equipos y la producción de metales para baterías para tecnologías energéticas, alcanzó un nuevo récord de 135.000 millones de dólares en 2023 (frente a los 46.000 millones de 2020). BNEF prevé que esta cifra aumente hasta los 259.000 millones de dólares en 2025, basándose en los planes de inversión anunciados actualmente.
Otro dato relevante del informe es que en los próximos dos años, el sector eólico necesita aumentar su inversión en la cadena de suministro para encaminarse hacia una trayectoria de cero emisiones netas. Los demás sectores están invirtiendo a un ritmo suficiente, de acuerdo con la consultora.