En el proceso de descarbonizar la economía, las organizaciones tenemos mucho que aportar y todas debemos analizar nuestro impacto para garantizar un futuro más sostenible. La construcción representa el 39% de las emisiones de CO2 a nivel global, siendo el 11% asociado al carbono incorporado a la edificación. Los agentes que formamos parte del sector inmobiliario industrial no tenemos ante nosotros una obligación, sino una oportunidad inmensa de levantar edificios inteligentes, eficientes y tecnológicos que contribuyan a preservar el planeta.
En este sentido, Panattoni, uno de los líderes mundiales en inmologística, trabaja con el objetivo de ser neutro en carbono. Esta meta se une a la de otras compañías del sector que también tienen a la sostenibilidad entre sus pilares. En España, nuestra meta se traduce en actuaciones como la de instalar placas fotovoltaicas en todos y cada uno de los edificios logísticos e industriales sostenibles que desarrollamos. Los edificios de última generación que construimos tienen cubiertas con grandes superficies aprovechables para producir ingentes cantidades de energía solar. Cada uno de nuestros parques, situados en nueve provincias diferentes, puede contar con una instalación que cubre unos 300 m2 de extensión y tiene 100 kW de potencia.
Todos estos activos nacen para reducir al máximo la huella de carbono y minimizar los consumos de agua y electricidad. En el caso de la electricidad, además de la instalación de sistemas de iluminación LED, se aplican innovaciones como sensores de movimiento que permiten aprovechar al máximo los recursos naturales. Se adoptan sistemas pasivos como la luz natural, combinados con otros activos: sensores de intensidad y de movimiento, etc.
Con respecto a los materiales, se procura que sean reciclados y reciclables, por lo que los auditamos en cada proyecto. Los materiales deben garantizar el correcto aislamiento de los edificios con el fin de minimizar el traspaso de energía térmica. Las certificaciones energéticas de sostenibilidad como la de Breeam, sello de todos nuestros desarrollos con la valoración ‘Very Good’, son otra garantía que manifiesta el compromiso del sector con el medio ambiente. Para lograr estas certificaciones que conceden organismos independientes, el proyecto, la construcción y los materiales utilizados deben cumplir con exigentes requerimientos medioambientales, reduciendo al máximo el impacto en acuíferos y utilizando la menor cantidad posible de recursos naturales, siendo especialmente respetuoso en la fase de construcción y explotación del activo.
No termino este recorrido sin detenerme en otro factor. La inmologística debe dibujar un presente que impulse la movilidad electrificada. Por este motivo, la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos en parques logísticos e industriales es hoy una medida ineludible.
Panattoni opera desde hace más de 15 años en Europa, donde practica desde Polonia un modelo progresivo donde solo tiene cabida la energía 100% renovable verificada, proveniente de centrales hidroeléctricas, parques eólicos y plantas fotovoltaicas, mediante una certificación que lo acredite. Para 2021 se han firmado contratos que asegurarán un abastecimiento de cerca de 250.000 MWh de energía verde con dichas garantías.
El Acuerdo de París establece el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. En el sector de la inmologística estamos dispuestos a contribuir a esta meta con un plan ambicioso que nos permita ser neutros en un periodo inferior. Tenemos mucho que aportar y lo estamos haciendo de la mano de las energías renovables.