La IEA pide al mundo invertir tres veces mï¿½s en energï¿½as renovables

La caida de la actvidad económica y de la demanda de energía tendrán como resultado, a corto plazo, una reducción de las emicisiones de gases de efecto invernadero, señala la IEA en su reciente informe “The Impact of the Financial and Economic Crisis on Global Energy Investment” (Impactos de la crisis económica-financiera para las inversiones energéticas a nivel global), del que se hace eco la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA).

Sin embargo, a medio/largo plazo, los bajos precios de los combustibles fósiles más la depreciación de los derechos de emisión en el mercado europeo y los problemas de financiación podrían reducir las inversiones en proyectos de energía limpia, incrementando, por el contrario, los proyectos energéticos basados en combustibles fósiles, con el consiguiente incremento de las emsiones de gases de efecto invernadero,

La IEA advierte que las inversiones en energías renovables pueden reducirse hasta un 38% este año en relación a 2008, situándose en unos 51.000 millones de dólares, cuando en 2008 fueron de 82.000 millones. De hecho, ya se nota una clara evidencia de una fuerte bajada de dichas inversiones.

En eólica, las solicitudes de nuevas instalaciones fueron de 2GW en en el último trimestre de 2008 y en el primero de 2009 sólo crecieron a 4 MW. Sobre todo se han cancelado o pospuesto proyectos con un grado de riesgo o un coste más alto, mayoritariamente proyectos de eólica marina.

En solar fotovoltaica el organismo internacional teme una situación parecida y cita los límites de nueva capacidad introducidos en España. Sobre todo se verán afectados los proyectos más grandes, dice IEA, que también alerta de las dificultades de financiación de los proyectos de solar termoeléctrica

Nuevo acuerdo mundial
Para la IEA es necesario un “Clean Energy New Deal” que asegure las inversiones necesarias para fijar la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en 450 ppm y así limitar el aumento de la temperatura global en 2 °C, la cifra señalada como máximo asumible por los expertos.

Para que esto sea posible es necesario, señala IEA, que los países del G20 multipliquen por cuatro el dinero que a lo largo de 2009 invertirán en energías bajas en carbono (incluyendo las tecnologías de captura de carbono, CAC) y que mantengan este nivel de inversión hasta 2030.

A escala global, las inversiones en ER deberían multiplicarse por tres. Es decir, pasar de los 60.000 millones de dólares en 2009 a unos 180.000 millones de dólares cada año, dice IEA Y dedicar seis veces más dinero del que se destina ahora a estimular estas tecnologías.

Para poder afrontar estos gastos, la IEA propone incentivos fiscales y mejoras con respecto al acceso y coste del crédito en forma de garantías de préstamos, bonos, etc. para las inversiones en energía limpia y en eficiencia energética, con plazos de planificación e implementación relativamente cortos.

Esto a corto plazo. A medio plazo, plantea, entre otros requisitos, sistema de apoyo previsibles y claros para los inversores y encontrar soluciones a otras barreras no económicas, como las restricciones administrativas o los obstáculos para acceder a la red.

Más información:
www.iea.org
www.appa.es

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