La transición energética de Europa se acelerará -con menos combustibles fósiles en el mix energético y menos emisiones de gases de efecto invernadero- gracias a su alejamiento del gas ruso. Es la principal conclusión del nuevo análisis de DNV's Energy Transition Research: "el 34% del mix energético en Europa" provendrá de combustibles no fósiles en 2024, dos puntos porcentuales más que la previsión anterior a la guerra en Ucrania. También añaden que el uso global de gas "caerá un 9% en 2024" en comparación con el modelo de DNV anterior a la guerra. El mayor incremento porcentual corresponde a la energía solar, que en 2026 "aumentará un 20%". El retraso en la retirada de algunas centrales nucleares del continente es también un componente importante para llenar el vacío.
Desde este análisis apuntan a que aunque se necesita algo de carbón a muy corto plazo para satisfacer la demanda energética de Europa, antes de 2024, la mayor utilización de la energía nuclear será importante para cubrir el déficit de gas natural. Las emisiones procedentes de la energía serán "un 2,3% menores en Europa" en el periodo 2022-2030, en comparación con la trayectoria modelada antes de la guerra en Ucrania. Esto se debe al mayor protagonismo de las energías bajas en carbono (renovables y nuclear), a una mayor eficiencia energética y, a corto y medio plazo, a un menor crecimiento económico.
Remi Eriksen, Presidente del Grupo y Director General de DNV: "al igual que hicieron durante la pandemia del COVID-19, los líderes europeos han aplicado la claridad de ideas durante una crisis para acelerar la transición energética del continente. Esta vez, Europa está aumentando la seguridad energética al tiempo que reduce las emisiones"
Gas natural licuado
El pivote de Rusia hacia el Este "no compensará totalmente la reducción de las exportaciones de gas a Europa debido a las limitadas infraestructuras". Por el contrario, DNV estima que "la propia Europa producirá un 12% más de gas en 2030", lo que refleja la reacción de la industria al aumento de los precios del petróleo y el gas a corto plazo y la respuesta al compromiso de la UE de suministrar más gas. El papel del gas natural licuado (GNL) importado está "limitado" por la capacidad de regasificación, con una infraestructura adicional que "se espera que tarde entre 2 y 5 años en construirse". Sin embargo, formará parte de la estrategia global de seguridad energética del continente.
Existe el riesgo de un "exceso de capacidad" en el sector del petróleo y el gas hacia el final de la década, ya que las empresas tratan de sacar provecho de los altos precios y la brecha de la oferta. La tendencia a largo plazo sigue siendo bajista para el petróleo y es probable que "la reducción del crecimiento del PIB" y "la ralentización de la globalización", consecuencias del conflicto, frenen aún más la demanda. El aumento de la capacidad de petróleo y gas hacia 2030 dará lugar a una "bajada de los precios" que probablemente aumentará el uso mundial en la década de 2030 en una pequeña cantidad.
Sverre Alvik, Director de Investigación sobre la Transición Energética de DNV: "la guerra de Ucrania ha sacudido los mercados energéticos, pero la descarbonización sigue siendo el tema central. Las empresas energéticas tendrán que encontrar un cuidadoso equilibrio entre cubrir el déficit de suministro de petróleo y gas a corto plazo y evitar el abandono de activos a largo plazo"
La luz
Para los consumidores, no se vislumbra el "fin inmediato" de los altos precios de la electricidad. Los precios de la electricidad serán "un 12% más altos en Europa en 2024" que si el continente no realizara la transición desde la energía rusa. Por su parte, el aumento de los costes de las materias primas también afectará a la adopción de los vehículos eléctricos, ya que los costes de las baterías aumentan. Para Europa, esto significa que la mitad de las ventas de coches nuevos serán eléctricos en 2028 en lugar de 2027, aunque esto podría superarse mediante incentivos políticos.
En el modelo de DNV, Europa comprende todos los países europeos, incluido el Báltico, pero excluyendo Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Turquía.