La Fundación Renovables considera "positiva" la propuesta de reforma del mercado eléctrico europeo presentada por la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, una propuesta que tiene dos pilares clave: precio regulado por el Gobierno para la electricidad producida por las centrales nucleares y la gran hidráulica; e impulso de la contratación de suministro a largo plazo (el Gobierno quiere que crezcan los contratos de largo plazo porque sostiene que la señal de precio que se da con ellos puede evitar en gran medida la volatilidad característica del mercado diario y/o, en definitiva, la especulación). La Fundación, en todo caso, no se anda con paños calientes: las medidas planteadas por el Gobierno a la Comisión Europea (la propuesta ya ha sido enviada a Bruselas) resultan insuficientes "para los tiempos de cambio que estamos viviendo; urge un cambio integral en el sistema marginalista que se debe acometer cuanto antes", concluye la Fundación.
El discurso de la Fundación
«La electricidad es un bien escaso de primera necesidad para toda la ciudadanía, y nos encontramos con un mercado marginalista que premia la especulación y las malas prácticas, con las fuentes de generación concentradas en unas pocas grandes compañías. Hemos estado viendo desde el inicio de la crisis energética cómo grandes embalses eran gestionados de manera poco ética en momento estratégicos para incrementar las ganancias, o, en los últimos días, cómo una energía como la nuclear, que después de llevar 30 años aduciendo imposibilidad de reducir su carga, y beneficiándose de una entrada privilegiada en el mix eléctrico, se vuelve flexible para dar entrada a la eólica»
En todo caso, la Fundación, que pasa por ser el colectivo de expertos en materia de Energía más prestigioso del país, destaca con contundencia que "es tan importante que el precio casado no sea desorbitado como que no sea cero".
Una solución lógica a este asunto -señalan desde la FR- pasa, "tal y como propusimos en febrero de 2021 en el documento Qué hacemos con la tarifa eléctrica", por que las nuevas renovables entren a través de subastas o Power Purchase Agreements (contratos bilaterales de largo plazo y precio fijo), que las retiren del mercado (que retiren a esas nuevas renovables del mercado), evitando bajar a valores próximos a 0 los mercados mayoristas y favoreciendo que las empresas privadas inviertan en nuevas plantas (si el inversor ve que las renovables llevan el mercado a cero no estará interesado en invertir; de lo que se trataría pues es de que con contratos de largo plazo y precio fijo, que lógicamente no será cero, se den señales de precio razonable, lo suficientemente elevado como para que los inversores estén interesados en invertir en nuevos parques solares o eólicos y lo suficientemente contenido -razonable- como para que la ciudadanía y el empresariado no acaben estrangulados).
Rentabilidad predefinida por el Gobierno
"Otro paso necesario -apuntan desde la Fundación, en sintonía con la propuesta del Gobierno- es que la hidráulica, la nuclear y parte de las renovables que hay hoy en día en funcionamiento entren como rentabilidad predefinida, tras la consiguiente auditoría de coste". En este sentido, y sin entrar a valorar las problemáticas de las últimas subastas de renovables u otros problemas añadidos como los accesos a los nudos, el Ejecutivo -reconoce la Fundación- está realizando lo propio con las nuevas renovables.
Excepción ibérica
Sobre la excepción ibérica también se pronuncia la Fundación, que la define como "un mecanismo que ha resultado beneficioso para combatir los altos precios de la factura y la inflación". Pero esa medida no deja de ser algo provisional, mientras que la propuesta de reforma ahora planteada por el Gobierno tiene una "mayor envergadura".
De todos modos -matiza la Fundación-, en última instancia, esta propuesta no ataca la totalidad del problema: pone la carga en resolver la situación de las inframarginales y que estas no se lleven más recursos de los que deberían, "pero no ataca la fijación de precios del mercado marginalista, la raíz del problema".
Lo que propone la Fundación Renovables es "un sistema de fijación de precios que erradicara los combustibles fósiles, es decir, que no fueran los combustibles fósiles los que marcaran el precio. Por resumir, lo que hace la propuesta es rodear el problema y sacar a las inframarginales del mercado".
Por fin, en su comunicado de valoración, la Fundación recuerda que esta reforma no debe obviar en ningún caso la problemática de la fiscalidad ambiental, puesto que sigue habiendo impuestos medioambientales que se aplican por igual a energías que contaminan y que no contaminan, o la falta de definición del diseño de una tarifa progresiva en el mercado español, con objeto de que se graven los consumos no responsables, y que también incluya una tarifa con criterios sociales, que reconozca un consumo mínimo garantizado a coste reducido".
En definitiva -concluye su comunicado la Fundación- "apoyamos la actuación del ejecutivo y aplaudimos el liderazgo que España está tomando en cuestiones tan necesarias para el sector energético europeo como son la reforma del mercado marginalista y la eliminación de energías no sostenibles para no retrasar más la imprescindible la transición ecológica".