La Fundación Renovables, con intención de aportar ideas en el debate público del contexto electoral, ha presentado un Decálogo de Propuestas Energéticas Electorales con el objetivo de promover políticas y acciones concretas en favor de un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Estas medidas tienen un elevado componente social para no excluir a ninguna persona de los beneficios de la transición energética, sobre todo a los más vulnerables, puesto que el papel de los municipios es esencial. El documento destaca la importancia de acelerar la transición hacia un sistema energético basado en fuentes renovables y la necesidad de fortalecer el compromiso de los partidos políticos con este objetivo.
La Fundación Renovables enfatiza en la necesidad de fortalecer el compromiso de los actores políticos en la lucha contra el cambio climático y la promoción de las energías limpias. Para lograrlo, propone una serie de medidas concretas, englobadas en tres grandes ejes principales:
1. Promoción de la eficiencia energética: la Fundación aboga por políticas de fomento de la eficiencia energética en todos los ámbitos, incluyendo la edificación, el transporte y la industria.
2. Descarbonización de la economía: se recomienda la implementación de políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores económicos, impulsando la electrificación de la movilidad y el uso de energías renovables en la industria.
3. Educación y concienciación energética: se destaca la importancia de promover la educación y la concienciación sobre la trascendencia de las energías renovables y la necesidad de reducir el consumo energético.
El decálogo también se centra en propuestas específicas para la descarbonización local, fijándose en la rehabilitación energética, la movilidad sostenible y el fomento de la generación distribuida, sin olvidar la ordenación territorial de los proyectos renovables. Algunas de las medidas propuestas, entre las que se incluye la creación de una Oficina de la Energía, son las siguientes:
·Rehabilitación energética: rehabilitación del 20% de las viviendas en los 4 años de legislatura, elaborando, además, un listado municipal de herramientas y medidas eficientes que se puedan llevar a cabo mediante fuentes de financiación pública y público-privada.
·Impulso a la generación distribuida por parte de la administración municipal. Se aboga por la promoción de la generación distribuida, facilitando la instalación de pequeñas instalaciones de energías renovables en hogares, empresas y comunidades. Al menos, se debe desarrollar una comunidad energética por municipio, enfocada siempre en dar servicio a los más vulnerables. Los municipios deberían asumir el compromiso para que el 10% del consumo eléctrico de los sectores residencial y de servicios se genere en el propio municipio en 2027.
·Movilidad sostenible. Se propone la creación de planes de movilidad sostenible para 2025 que prioricen el desarrollo de la movilidad activa. Estos deben incluir prohibiciones y limitaciones de acceso a las ciudades de vehículos de combustión, priorización el uso de la bicicleta, planes de desplazamiento al trabajo y una movilidad compartida, entre otros.
El decálogo incluye medidas más amplias, detalladas en el documento, para el ahorro energético, la erradicación de combustibles fósiles, el urbanismo sostenible, la adaptación al cambio climático, una política fiscal adecuada, los recursos hídricos y la gestión de residuos.
Por su parte, la Fundación Renovables hace un llamado a todos los partidos políticos para colaborar e integrar estas propuestas en sus programas electorales y para trabajar de manera conjunta para lograr una transición energética justa, equitativa y sostenible. Y destaca la importancia de la colaboración entre todos los actores sociales y políticos para hacer frente a los desafíos globales y construir un futuro más sostenible para las generaciones venideras.
