La cita de Bruselas ha estado dedicada principalmente "a los potenciales agentes implicados en las tareas de reciclado de las tecnologías del hidrógeno, como fabricantes de pilas y electrolizadores, usuarios finales y centros de reciclaje". Y es que ese es el principal objetivo de HyTechCycling: "anticiparse al despliegue de la tecnología del hidrógeno abordando acciones existentes y futuras de reciclaje y su necesario acompañamiento legislativo", según informa la Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón, coordinadora de este proyecto.
Diversas tecnologías de reciclado
En este primer encuentro -informa la Fundación aragonesa-, los miembros del consorcio han presentado los resultados conseguidos hasta la fecha en lo respectivo al estudio de los componentes de las pilas del hidrógeno y las diversas tecnologías de reciclado existentes, pero también propuestas para facilitar su implantación en las empresas y centros de reciclado que habrán de hacerse cargo de la clasificación y tratamiento de los materiales.
El taller de Bruselas ha servido además para exponer los "avances en el estudio del análisis de ciclo de vida de las pilas de combustible y los electrolizadores y de los distintos elementos auxiliares que son necesarios para su óptimo funcionamiento". Según la Fundación, esta identificación es clave para determinar lo limpias que son estas tecnologías e identificar cuáles son sus componentes dañinos para el medio ambiente.
La primera reunión del proyecto HyTechCycling también ha sido escenario de la presentación de "un análisis preliminar del marco regulatorio", análisis que debe servir para averiguar cómo pueden afectar las diferentes normativas europeas a estas tecnologías e identificar posibles mejoras. Segun la Fundación, una de las razones de ser de HyTechCycling es precisamente "la carencia de una legislación europea específica para las tecnologías del hidrógeno".
Además de la Fundación del Hidrógeno, participan en este proyecto europeo -que tiene tres años de duración (2016-2019) y está financiado con cerca de 500.000 euros por la Fuel Cells and Hydrogen 2 Joint Undertaking-, la empresa aragonesa Grupo López Soriano, el Instituto Imdea Energy, el Parque Científico Tecnológico para el Medioambiente de Turín (Italia) y la Universidad de Ljubljana (Eslovenia).