La deuda sostenible ha logrado en 2020, el año en el que el Covid lo cambió todo, un nuevo máximo histórico: 732.100 millones de dólares, incremento del 29% sobre el total registrado en 2019 entre bonos y préstamos diversos vinculados a lo ambiental y social, según BloombergNEF. El producto más consolidado, el Bono Verde, ha crecido (su emisión) un 13%, hasta marcar un nuevo máximo de 305.000 millones de dólares. Sin embargo, ha sido la categoría Bonos Sociales la que ha registrado el mayor crecimiento (estos bonos persiguen objetivos como la creación de empleo o el fomento de la sanidad y la educación públicas). Pues bien, según BloombergNEF, la emisión de bonos de este tipo se ha multiplicado por siete en 2020, hasta alcanzar los 147.700 millones de dólares. Entre los ítems destacados por la consultora en su balance se encuentra también la otra gran categoría -sostenible-, que también ha crecido de forma sobresaliente, un 81%, hasta los 68.700 millones de dólares. El crecimiento no ha sido homogéneo en 2020, sin embargo: tanto los préstamos vinculados a la sostenibilidad, como los préstamos verdes vieron una reducción de su emisión del 15%, hasta los 119.500 millones de dólares y 80.300 millones de dólares, respectivamente.
Mallory Rutigliano, analista en materia de finanzas sostenibles de BloombergNEF: “la irrupción del Covid19 ha afectado a la emisión de algunos instrumentos de deuda sostenible en 2020, pero ha espoleado otros. El crecimiento general del mercado, de casi un 30%, ha mostrado que la sostenibilidad continúa ascendiendo en la agenda de inversores, empresarios y gobiernos. Este relativamente nuevo mercado es ahora siendo visto como una herramienta que las economías de todo el mundo pueden utilizar para volver a crecer más verde y socialmente justo”
El titular más destacado del año en el campo de la deuda sostenible ha sido en todo caso la explosión de la emisión de bonos sociales, ayudada por el apetito de los inversores por productos que han impulsado la pandemia y la recesión. La mayoría de las emisiones de estos bonos ha venido de las agencias gubernamentales y entidades supranacionales, como la Unión Europea, Unedic o el Banco de Desarrollo Africano.
Los bonos verdes, planteados para apoyar las actividades ambientales, también han registrado un gran crecimiento, particularmente en los últimos meses de 2020. En este caso ha habido relajación y caída hasta agosto (caída en comparación con el año anterior), y reactivación a partir de septiembre y durante todo el cuarto trimestre, una reactivación extraordinaria que ha hecho posible que los bonos verdes no solo hayan establecido un nuevo máximo histórico, sino que además han permitido que la emisión acumulada desde 2007 se haya elevado por encima del billón de dólares.
Maia Godemer, analista en materia de finanzas sostenibles de BloombergNEF: “la creciente demanda por parte de los inversores y de los actores clave del sector animará al mercado de deuda sostenible a innovar y lanzar nuevos tipos de instrumento”
Según Godemer, en todo caso, todavía es necesario mejorar los instrumentos de valoración y calificación de la sostenibilidad de todos estos productos, así como una mayor transparencia en todos los procedimientos. Sea como fuere -concluye Godemer-, el respaldo de los bancos centrales como el Banco Central Europeo y de los reguladores a lo largo y ancho del mundo “sugiere que veremos un mayor y más robusto crecimiento” de este sector.
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