Muchos datos y todos, positivos, los que ha aportado esta mañana la secretaria de estado de Energía, Sara Aagesen. Para empezar, la demanda nacional de gas natural ha caído casi veinte puntos desde el pasado mes de agosto y hasta el 28 de febrero, en comparación con el nivel de consumo del mismo período en los últimos cinco años (-19%). Más aún: "considerando la reducción de las importaciones respecto al período de referencia -matizan desde el Ministerio-, la reducción de la demanda de gas es del 21%". La demanda de electricidad disminuye también en el mismo período, siete puntos (-7%). Estas bajadas responden, en buena medida, al Plan Más Seguridad Energética (Plan +SE), del que se han activado 47 medidas, el 64% del total. Desde el inicio del mes de agosto el Gobierno -ha dicho Aagesen- ha venido adoptando medidas para cumplir sus compromisos europeos y el pasado 11 de octubre el Consejo de Ministros aprobó el Plan +SE, con tres objetivos principales: aumentar la protección de los consumidores, reducir el consumo energético y reforzar la solidaridad con el resto de la UE, incrementando las exportaciones de gas de forma directa o convertido en electricidad.
Las medidas de protección de los consumidores han conseguido que todos los hogares con calefacción de gas tengan a su disposición tarifas reguladas reducidas –las TUR–, incluidas las comunidades de vecinos. Los hogares con agua caliente sanitaria y calefacción pagan un 37% menos de lo que abonarían sin las medidas adoptadas. Los consumidores vulnerables acogidos al bono social pagan hasta un 76% menos que antes de que estallara el conflicto bélico, en el primer semestre de 2021.
Entre las medidas destacadas para proteger a los consumidores destaca la Solución Ibérica, que ha proporcionado un ahorro en el mercado mayorista de la electricidad de 5.106 millones de euros hasta el pasado 28 de febrero. Desde que se empezó a aplicar la Solución el 15 de junio, en España los precios mayoristas han sido un 41% más bajos que en Italia, un 34% más bajos que en Francia y un 25% más bajos que en Italia, incluyendo el coste del ajuste que perciben las centrales de gas.
Desde el pasado 1 de agosto, las exportaciones eléctricas a Francia, que tiene una parte muy relevante de su parque nuclear inoperativo, suman 8,2 teravatios hora (+8,2 TWh), frente a unas importaciones medias de 3,5 teravatios hora en el mismo período de los últimos cinco años (-3,5 TWh); en el caso de Portugal, cuya generación hidroeléctrica está muy mermada por la sequía, las exportaciones se han multiplicado por cinco, alcanzando los 2,5 TWh. Bajo estas líneas, demanda de gas natural y demanda de energía eléctrica en España entre agosto de 2022 y febrero de 2023, y media de los últimos cinco años. Como se aprecia en la imagen, la producción de las centrales de ciclo combinado, en color verde (los ciclos combinados queman gas para generar electricidad) ha sido mayor entre agosto del 22 y febrero del 23 que en el mismo lapso de los últimos cinco años. Es decir, que los ciclos combinados han generado más electricidad precisamente cuando más caro estaba el gas. El mes de agosto es en ese sentido extraordinario. El agosto en el que más electricidad han generado los ciclos combinados de los últimos diez años ha sido, precisamente, agosto del 22. Aunque la demanda de electricidad en agosto de 2022 ha sido la más baja de los últimos años. De hecho, es la segunda más baja desde 2011, cuando en España había cinco veces menos potencia solar fotovoltaica instalada (a finales de 2011 había 4.249 megavatios de potencia solar fotovoltaica instalada en España; y hoy hay más de 20.000). La diferencia con la demanda de gas de la industria es, así, manifiesta. La industria (azul marino, en la base de la columna) sí ha redudido su demanda de gas natural de manera evidente, habida cuenta de los precios brutales que ha llegado a alcanzar el gas en este lapso (agosto de 2022 - febrero de 2023). Como lo han hecho también pymes y familias (doméstico), que aparecen en gris.
