Ya lo hemos contado en más de una ocasión estos días, pero quizá conviene repetirlo aquí, siquiera sea grosso modo. El operador del sistema eléctrico nacional -Red Eléctrica de España- prevé una demanda dada para cada día. Por ejemplo, mañana necesitaremos 100 megavatios hora cada hora del día (es solo un ejemplo). A continuación se celebra una subasta en la que pujan todas las tecnologías (nuclear, eólica, fotovoltaica, termosolar, gas) con el fin de ofertar su electricidad y venderla.
Imaginemos -hipótesis de trabajo- que la demanda estimada (la electricidad que va a necesitar el país) es 100, por ejemplo. Pues bien, la nuclear y las renovables pujan en la subasta que se celebra en ese mercado (coloquialmente conocido como pool) a cero. ¿Por qué a cero? Pues porque las renovables tienen que vender lo que producen cuando lo producen (no se puede almacenar el viento) y porque a la nuclear, dadas sus características técnicas, le resulta más barato operar en modo fijo, y no andar parando y arrancando, parando y arrancando, parando y arrancando en función de la demanda. Así las cosas -y dicho sea grosso modo-, nuclear y renovables (entendidas estas por fotovoltaica y eólica) pujan siempre a cero euros (0€) para que siempre entre en el mercado la electricidad que producen, o sea, para vender toda la electricidad que generan.
Si entre todas ellas (nuclear y renovables) no suman 100 (suman 90, por ejemplo), entran a continuación otras tecnologías, tecnologías que empleen una fuente de energía que pueda almacenarse (residuos que podemos almacenar en vertederos, agua que podemos almacenar en pantanos, gas que podemos almacenar en tanques). Todas esas fuentes de energía pueden esperar a que la subasta vaya calentándose, vaya encareciéndose, para entrar en el último minuto (a diferencia de lo que ocurre con la eólica y la fotovoltaica -no almacenables- o la nuclear -condicionada técnico/económicamente-, como se ha dicho).
¿Y qué está ocurriendo hoy? Pues que el viento y el Sol van a generar mucha electricidad en toda España, y, por el contrario, las fuentes más caras, o sea, el carbón, el diésel y el gas (centrales de ciclo combinado, centrales de cogeneración) van a inyectar, van a vendernos, mucha menos. Como se aprecia en la tabla aledaña, según la previsión de Red Eléctrica de España, el viento va a generar 376 de los 802 gigavatios hora previstos de demanda, y la solar (térmica y fotovoltaica), más de cien gigas, o sea, más electricidad a partir del astro rey que la que va a salir de todas las instalaciones que generan energía eléctrica con combustibles fósiles juntas: carbón, diésel, cogeneración, ciclos combinados... El resultado de esa combinación (escasa aportación fósil y elevada inyección renovable) es, en las horas primeras de la tarde (o sea, cuando la generación eléctrica solar es más elevada)... cero.
Bajo estas líneas, energía horaria por tecnologías. Fuente: OMIE.