El estudio ha sido presentado por Carlos Fernández, analista senior de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), quien ha expuesto las principales conclusiones del informe. A destacar, entre ellas, que aunque la demanda mundial de carbón disminuirá en 2019, se mantendrá estable durante los próximos cinco años, respaldada por el crecimiento en los principales mercados asiáticos.
El repunte de la demanda mundial de carbón se inició en 2017, después de tres años de reducción, y continuó en 2018, con un incremento del 1,1%, impulsado por el crecimiento en la generación de electricidad a partir de este combustible. Así, en 2018 el carbón se mantuvo como la mayor fuente de generación eléctrica del mundo, con una participación del 38%. En los próximos cinco años, la demanda se mantendrá estable, respaldada por el crecimiento previsto del mercado chino, si bien a partir de 2022 el consumo de carbón en esta región se estabilizará y posteriormente comenzará a disminuir ligeramente.
Los principales países productores de carbón, con India, Indonesia y Rusia a la cabeza, aumentaron notablemente su producción en 2018, año en que ésta creció un 3,3%. Indonesia y Rusia registraron el mayor número de exportaciones de la serie histórica. Por el contrario, en Europa y Estados Unidos la generación de carbón está cayendo de forma acusada, debido, según el informe, al precio competitivo del gas natural y del CO2 en Europa y al auge del gas de esquisto en Estados Unidos.
Otro elemento determinante en Europa es que las energías eólica y solar fotovoltaica continuaron aumentando su participación en la generación de electricidad en 2019. El cierre de las plantas de carbón y el mayor crecimiento de las energías renovables, reducirán la producción con carbón en más del 5% anual hasta 2024. En Estados Unidos, la participación del carbón en el suministro de electricidad, que había alcanzado el 50% en 2007, disminuyó al 28% en 2018 y descenderá hasta el 21% en 2024, reduciéndose un 4% anual en ese periodo.
La ecuación crecimiento económico y carbón
Sin embargo, la demanda de este combustible continúa creciendo en Asia. El informe destaca que India y el sudeste asiático, dependen del carbón para impulsar su crecimiento económico. En India, la generación de electricidad a partir de energías renovables crecerá notablemente, duplicando la capacidad eólica y cuadruplicando la solar fotovoltaica entre 2018 y 2024. Aún así, la generación eléctrica con carbón aumentará un 4,6% anual en ese mismo periodo. Respecto al sudeste asiático, la demanda de carbón crecerá más de un 5% anual en los próximos cinco años, liderada por Indonesia y Vietnam.
El pronóstico de la IEA sobre la situación del carbón en este estudio es muy similar al de años anteriores. Sin embargo, la Agencia señala que factores como la oposición pública a los combustibles fósiles, la aplicación de políticas climáticas y ambientales más ambiciosas y los precios cada vez más competitivos de las energías renovables y del gas natural, hacen que la estabilidad actual en la demanda mundial de carbón pudiera alterarse.
Las tendencias mundiales, concluye el informe, dependerán en gran medida de China, donde se produce y consume la mitad del carbón del mundo y del comportamiento de algunos países del sudeste asiático (India, Filipinas, Indonesia, Pakistán o Bangladesh), que representan el 50% de la población mundial.