Amigos de la Tierra estará presente en la CoP25, que va a acoger Madrid entre los días 2 y 13 de diciembre. La oenegé tendrá en la capital una delegación internacional conformada por más de 30 personas de diferentes países que traerán las voces de la población del Sur Global, Indonesia, Nigeria, El Salvador, Chile, Costa Rica, Togo, Georgia, Australia, Sri Lanka o Japón, así como de otros países europeos. La oenegé internacional considera que "la situación actual requiere de medidas urgentes y de calado siempre con la base de la justicia climática" y, para ello -recalca-, "es indispensable escuchar las propuestas del Sur Global, y tomar las decisiones más acertadas".
En ese sentido, Amigos de la Tierra recuerda que ayer, la Organización Meteorológica Mundial confirmó que la concentración media mundial de dióxido de carbono alcanzó en 2018 un máximo histórico de 407,8 partes por millón. La última vez que se había dado esa concentración en La Tierra, el nivel del mar estaba 20 metros por encima del nivel actual. "Estas cifras -apuntan los ecologistas- nos encaminan al peor de los escenarios presentados por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre cambio climático, y por ello, es crucial que las políticas de clima y energía de la próxima década sean ambiciosas y vinculantes, de lo contrario, la humanidad y las especies se enfrentarán a graves problemas de subsistencia".
Según Amigos de la Tierra, la Cumbre del Clima de Madrid debe estar a la altura de las circunstancias "y dejar atados varios apartados dentro del Acuerdo que garanticen la acción de todas las partes en coherencia con la ciencia". En esa línea, la oenegé ecologista considera "de vital importancia" que los Gobiernos se comprometan a incrementar sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, para lo que deberán cerrar "las fechas de revisión y de rendición de cuentas". Al mismo tiempo, Amigos de la Tierra espera "ver avances en áreas como la financiación, asentada en la justicia climática y una transición justa, en bosques y agricultura, daños y pérdidas, ciudades y transparencia en la acción climática".
Héctor de Prado del área de Justicia Climática: "los mercados de carbono son una herramienta que en ningún caso ha probado su utilidad. El mecanismo de poner un precio a la tonelada de dióxido de carbono para posteriormente empezar a especular con los derechos de emisión es una medida que hemos visto fracasar estrepitosamente desde Kioto: las emisiones no han decrecido, se han maquillado. Necesitamos medidas que sirvan para acelerar la transformación de nuestro sistema energético y nuestro consumo en general, no bonos de carbono u otras medidas que sirvan para postergar una acción climática efectiva”
Solidaridad con la población chilena
En su batalla por la justicia climática, la organización ecologista resalta "la injusticia que supone celebrar la CoP por tercer año consecutivo en un país europeo, lo que es motivo de crítica tanto dentro como fuera de España". Por ello, Amigos de la Tierra considera "indispensable que se haga un gran esfuerzo para abrir espacios y dejar que se escuche al Sur Global en Madrid: la justicia climática debe estar presente en cada rincón de las negociaciones" (Naciones Unidas había previsto celebrar esta CoP25 en Santiago de Chile, pero los disturbios que han tenido lugar en la capital del país andino y la inestabilidad política que ahora mismo vive aquella nación han acabado en la renuncia de la ciudad a acoger esta Cumbre).
Con vistas a la CoP, la organización ecologista reclama al Gobierno Español las siguientes medidas
• Fijar sus objetivos en consonancia con la reducción necesaria de gases de efecto invernadero (GEI) señalada por el IPCC (reducción de emisiones global entre el 40 al 60% para 2030 respecto a 2010). El Marco Estratégico de Energía y Clima debe aspirar a una reducción para España de al menos un 50% para 2030 respecto el año 1990.
• Comprometerse a cerrar todas las centrales de carbón en España antes de 2025, y de las nucleares cuando cumplen 40 años de funcionamiento, con planes de transición justa.
• Promover un sistema energético descentralizado basado en energía renovable que garantice la participación ciudadana y blinde las iniciativas colectivas de generación y gestión de la energía. Inclusión de un objetivo vinculante de energía comunitaria en los planes de energía y clima.
• Presionar para que la UE establezca un objetivo de reducción de emisiones de al menos el 65% para 2030 respecto a 1990.
• Rechazar las falsas soluciones (Mercados de carbono, geoingeniería) y promover soluciones climáticas basadas en la naturaleza, reconociendo la relevancia de los diversos ecosistemas, los sumideros de carbono y la biodiversidad.
• Establecer objetivos cuantificables de reducción de GEI del sector de la Agricultura y Ganadería para el periodo 2021/2027, los cuales deben ser revisados y analizados anualmente para su cumplimiento durante todo el periodo de vigencia del futuro Plan Estratégico Nacional de la Política Agraria Común.
