El sondeo señala que el cambio climático es la segunda mayor preocupación en los 28 estados de la UE, solo por detrás del hambre, la pobreza y la falta de agua potable, y por delante del terrorismo internacional. Estos son los datos más relevantes recogidos en el Eurobarómetro:
• El 93% de los ciudadanos de la UE considera que el cambio climático es un problema grave y el 79%, que es muy grave.
• El 92% de los encuestados cree que es importante que el gobierno de su país fije objetivos ambiciosos para aumentar la cantidad de energía renovable utilizada, y el 89% considera que los gobiernos deberían prestar apoyo para mejorar la eficiencia energética de aquí a 2030.
• El 84% cree que debe prestarse más apoyo financiero público a la transición hacia las energías limpias, incluso aunque ello suponga reducir las subvenciones a los combustibles fósiles.
• El 92% de los encuestados (y más de ocho de cada diez en cada Estado miembro) están de acuerdo en que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse al mínimo y compensar al mismo tiempo las emisiones restantes, a fin de que la economía de la UE sea climáticamente neutra de aquí a 2050.
Respecto a las tecnologías limpias, más de ocho de cada diez europeos están de acuerdo en que promover la experiencia de la UE en estas tecnologías en países no miembros de la UE puede beneficiar económicamente a Europa (81%), mientras que el 79% opina que tomar medidas en materia de cambio climático hará que las empresas de la UE sean más innovadoras y competitivas. El 70% está de acuerdo, asimismo, en que la adaptación a los efectos adversos del cambio climático puede tener resultados positivos para los ciudadanos de la UE.
Otro 72% cree que reducir las importaciones de combustibles fósiles procedentes de fuera de la UE puede aumentar la seguridad energética y beneficiar a la UE desde el punto de vista económico.
Datos sobre España
el porcentaje de españoles que ven el cambio climático como un problema "muy grave" (89%) ha aumento en tres puntos porcentuales desde 2017, un 10% más que la media de la UE (79%). Además, la proporción de personas que consideran que el cambio climático es el problema más grave a nivel mundial ha aumentado en cinco puntos porcentuales desde 2017 hasta el 18 % (frente a la media de la UE del 23 %).
También ha crecido la proporción de españoles que afirman haber emprendido acciones personales para luchar contra el cambio climático en los últimos seis meses (79 % frente a la media de la UE del 60 %). Cuando se dan ejemplos concretos de medidas climáticas, la proporción aumenta al 93% (igual a la media de la UE), un aumento de cuatro puntos porcentuales desde 2017.
La medida más usada es el reciclaje, práctica llevada a cabo por un 84% de los encuestados. Sin embargo, solo el 31% utiliza regularmente alternativas al coche privado como medio de transporte (eso sí, 12 puntos porcentuales más que en 2017, frente a la media de la UE del 37%). La proporción de personas que han instalado equipos en sus hogares para controlar y reducir el consumo de energía se sitúa ya en el 18% (frente a la media de la UE del 16%).
En cuanto a la acción gubernamental, los españoles consideran que la transición a las energías limpias debería recibir más apoyo financiero público (90% frente a la media de la UE del 84%, un aumento de cinco puntos porcentuales). Asimismo, una gran mayoría está de acuerdo en que se deben establecer objetivos para aumentar el uso de energía renovable para el año 2030 (95%) y que el gobierno debería proporcionar apoyo para mejorar la eficiencia energética para el año 2030 (92%).
La Comisión Europea espera que la UE logre alcanzar la neutralidad climática en 2050, es decir, que los Estados miembro no generen una cantidad de gases invernaderos mayor de los que pueden absorber. Nueve de cada diez europeos (en el caso español, el 95%) apoya este objetivo.