Así se desprende del informe de Avaesen, documento que revela que durante el período 2019-2023, la media de instalación efectiva de capacidad renovable en la Comunidad Valenciana ha sido de 30 MW al año. Un ritmo que "no ha estado a la altura de los desafíos que presenta la transición energética", según la asociación, que ve en estos números "una parálisis y un bloqueo burocrático debido a la normativa actual". Además, las fuentes no renovables "aún mantienen una presencia muy mayoritaria", señalan, con 5.933,7 MW en 2023, lo que representa "más del 70% de la potencia instalada" en la Comunidad Valenciana.
Sin embargo, el estudio destaca que la región "está mucho mejor posicionada en el ámbito del autoconsumo", y representa casi el 13% del total nacional en esta área. Este hecho revela un "compromiso significativo por parte de la ciudadanía y empresas valencianas" con la generación de energía limpia y sostenible.
Por el contrario, el informe destaca que la potencia instalada proveniente de energías renovables a nivel nacional "avanza a buen ritmo", ya que a finales del año 2023 el 61 % de la potencia instalada en España se correspondía con fuentes renovables. En el caso valenciano, el documento indica que la contribución de la Comunidad Valenciana respecto a la capacidad instalada renovable total era de alrededor del 3 % de la total instalada a nivel nacional.
Marcos J. Lacruz, presidente de Avaesen: "La aceleración del modelo energético es clave para la competitividad de la industria y la descarbonización de la economía valenciana. Sin embargo, la Comunidad Valenciana ha instalado muy poca capacidad renovable en los últimos cuatro años, muy por debajo de la contribución que le corresponde por su peso demográfico, territorial y en el consumo eléctrico. La escasa instalación de renovables en la región hace que la generación eléctrica con fuentes renovables esté prácticamente estancada".
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