La Comisión Europea (CE) difundió el pasado viernes un comunicado en el que repasa los 18 proyectos -"infraestructuras energéticas prioritarias"- que ha seleccionado para su financiación. A saber: siete, del sector de la electricidad (ayuda de la UE de 176 millones de euros, M€); diez, del sector del gas (ayuda de 228 M€ de la UE); y uno, del sector de las redes inteligentes (ayuda de la UE de 40 M€)". Es decir, que más del 50% del presupuesto público asignado se lo va a llevar un combustible fósil que la Unión Europea -carente de él- se ve obligado a importar desde Rusia o el Magreb. Eso sí, la nota de prensa difundida el pasado viernes por la Comisión habla de "transición a una economía hipocarbónica".
Léase
"La estrategia de la Unión de la Energía -informa la Comisión Europea- tiene como eje la transición a una economía hipocarbónica, segura y competitiva. Unas líneas eléctricas y unos gasoductos adecuadamente interconectados -continúa la nota de la Comisión- forman la espina dorsal de un mercado europeo de la energía integrado. Invertir en fuentes de energía sostenibles y renovables -concluye sin rubor- contribuye a acelerar la transformación energética en Europa y garantiza que dicha transformación se utilice para que la industria de la UE alcance una posición de vanguardia en tecnologías hipocarbónicas, fomentando así el crecimiento verde y el empleo, todo ello, prioridades de la Comisión Juncker".
Del discurso y los recursos
El discurso -muy verde, como se ve- contrasta poderosamente con la distribución de los recursos. De los 18 proyectos europeos de "infraestructuras energéticas prioritarias" seleccionados por la Unión Europea, los dos que reciben más ayuda (muy por encima de todos los demás) son el gasoducto Eslovaquia-Polonia, que se lleva casi 108 M€ y la terminal de gas natural licuado situada sobre la plataforma continental croata de la isla de Krk (más de 102 M€). El tercer proyecto más beneficiado es Compressed air energy storage, CAES (Larne, Irlanda del Norte), "un proyecto de almacenamiento energético mediante aire comprimido en cavidades salinas subterráneas muy profundas" (90 M€).
Alemania
El pellizco más jugoso, en lo que se refiere a las redes de electricidad, se lo lleva Alemania, concretamente el proyecto SuedLink (40 M€): 700 kilómetros de cables de alta tensión totalmente subterráneos. Según la CE, su objetivo es "crear un vínculo entre la energía eólica generada en el norte y los centros de consumo en el sur de Alemania". Algo menos llegará a la interconexión eléctrica franco-española (Aquitania-Euskadi), que recibirá concretamente 6.250.000 euros. En definitiva, 228 millones de ayuda para el sector, específicamente, del gas; y 176 para las redes eléctricas, por las que circulan kilovatios hora generados por parques eólicos, centrales térmicas de carbón, de gas natural, nucleares, etcétera, etc.
Contexto
En el marco del Mecanismo Conectar Europa, un total de 5.350 M€ se ha asignado a las infraestructuras energéticas transeuropeas para el período 2014-2020. Para poder optar a una subvención -informa la CE-, la propuesta ha de ser un proyecto de interés común. En la actualidad, hay 195 proyectos europeos de infraestructura energética identificados como proyectos de interés común. Según la Comisión, una vez concluida la operación, los proyectos deben traducirse "en beneficios significativos para, al menos, dos Estados miembros, mejorarán la seguridad del suministro, contribuirán a la integración del mercado y fomentarán la competencia, así como reducirán las emisiones de CO2". La lista se actualiza cada dos años. La próxima lista de PIC se espera que sea adoptado por la Comisión a finales de 2017.
En el marco de la primera convocatoria del mecanismo Conectar Europa-Energía, en 2014, se concedieron a 34 proyectos subvenciones por un importe total de 647 M€. En 2015, 35 proyectos recibieron un total de 366 M€ en ayuda financiera. En 2016 se asignó ayuda financiera por un total de 707 millones de euros a 27 proyectos. El gas natural es considerado un "gas de efecto invernadero potente" debido a que es 23 veces más eficaz para atrapar el calor dentro de la atmósfera que el CO2 (véase Globalmethane.org).
Listado de los 18 proyectos europeos de "infraestructuras energéticas prioritarias" seleccionados