Vandellós II, que es propiedad de Endesa (72%) e Iberdrola (28%), comenzó a operar comercialmente el 8 de marzo de 1988, es decir, hace treinta años. La central tiene una potencia de 1.087 megavatios y, durante 2017, produjo (energía eléctrica bruta) más de 9.300 gigavatios hora (9.365,91 GWh, concretamente). La producción de 2018, sin embargo, es muy menor, pues la central lleva casi cinco meses parada. Así, a día de hoy la producción acumulada de Vandellós es de algo más 1.500 gigavatios hora, es decir, casi un 70% menos de lo que había generado el año pasado a estas alturas.
La primera de las paradas de Vandellós tuvo lugar el 2 de marzo. ¿Motivo? "Pequeño aumento de caudal del agua recogida en los sumideros del edificio de contención". ¿Objetivo de la parada? "Llevar a cabo las actuaciones que permitan identificar el origen de este goteo y descartar que procede de la barrera de presión". El 12 de mayo la central comienza con su proceso de recarga (desde el 2 de marzo y hasta el 12 de mayo ha estado parada). El proceso de recarga, que suele durar entre 39 y 51 días, se prolongará en esta ocasión hasta más allá de los dos meses (ha durado 69 días, concretamente).
Durante el proceso de recarga, además, Vandellós sufre un incendio. Sucede el 3 de junio. Según la nota de prensa difundida por el propietario de la instalación (Endesa e Iberdrola), "la central nuclear Vandellós II, siguiendo los procedimientos establecidos, ha comunicado al Consejo de Seguridad Nuclear que, a las 8.35 horas de hoy se ha producido un incendio de corta duración en un armario eléctrico situado en una sala contigua a la del generador diésel B, mientras éste estaba en fase de pruebas". Por fin, el 20 de julio, pasadas las diez de la noche, Vandellós, una vez recargada y aparentemente superadas todas las incidencias, vuelve a ser conectada a la red eléctrica.
Apenas unas horas después, el día 21, el propietario de la instalación informa sobre otra incidencia. Según la nota que difunde, "durante una vigilancia periódica de los parámetros de Sala de Control efectuada el día 21 de julio, con la planta en proceso de arranque tras la finalización de la 22ª Recarga de Combustible, se detectó una desviación superior al 5% en una de las indicaciones de flujo neutrónico de rango extendido". Por fin, ayer, día 24, Vandellós notifica al Consejo de Seguridad Nuclear que "a las 12.00 horas se ha iniciado la secuencia de parada para intervenir en uno de los canales de instrumentación de flujo neutrónico de rango extendido".
El diseño de Vandellós es de la multinacional estadounidense Westinghouse. La central nuclear está situada en la provincia de Tarragona, concretamente en el término municipal de Vandellós y refrigera sus instalaciones con agua del Mediterráneo. Según Foro Nuclear, en la central, "durante la operación normal, trabajan alrededor de 300 personas de la plantilla de las empresas propietarias y unas 220 de contratistas, llegando estos últimos, en las paradas anuales, hasta 800". Vandellós I, el otro reactor instalado en el municipio tarraconense, está siendo desmantelado. La central sufrió un incendio en 1989, que derivó en su cierre.