Priddle asegura que, según los cálculos de la AIE, "la demanda energética aumentará un 65% hasta el año 2020. Por entonces, las necesidades del mundo estarán cubiertas en un 92% por combustibles fósiles, especialmente petróleo, que no tiene por el momento ninguna alternativa seria, sobre todo en el sector del transporte".
Sobre la hipotética rehabilitación de la energía nuclear, ante la actual o las futuras crisis del petróleo, el director de la AIE, manifiesta que "existe esa posibilidad, aunque para los ecologistas las centrales nucleares son inaceptables. Pero sobre eso no hay un concepto unitario. Para Francia está fuera de toda cuestión renunciar a la energía atómica". A pesar de los malos augurios que se derivan de sus previsiones, Robert Priddle también reconoce que, aunque el petróleo será el motor de la economía mundial durante las dos próximas décadas, "según hipótesis bien fundadas es factible lograr que el uso de las energías renovables haya llegado ya al 50% a mediados de siglo si se toman a tiempo las decisiones apropiadas para ello".
Ecotasa energética
También la comisaria de Medio Ambiente de la Unión Europea, Margot Wallstrom, ha señalado que "la mejor estrategia para superar la crisis del petróleo y los problemas ambientales que de él se derivan es una política voluntarista a favor de las energías renovables", para lo cual "nos esforzamos por crear un sistema de incentivos". Wallstrom también acaba de recordar que la Comisión Europea quiere activar la propuesta de directiva para crear un impuesto sobre el consumo de energía, "a la que España en particular se opone de forma virulenta".
Para la comisaria, un impuesto así "sería un medio eficaz para luchar contra el efecto invernadero, por lo que es posible que el proyecto de directiva sea rescatado en el marco de la presidencia francesa de la UE". Tampoco le parece que la reducción de los impuestos del petróleo sea una solución para la crisis actual ya que "por una parte, reduce el estímulo para ahorrar más energía y, por otro lado, le conviene a los productores de petróleo. No digo que los gobiernos no deberían suavizar el impacto social de un aumento del precio del petróleo, pero eso se podría conseguir de otra forma".
Agencia Internacional de la Energía: www.iea.org