El Partido Popular y Ciudadanos boicotearon en marzo de 2017 el debate parlamentario sobre el impuesto al Sol con su mayoría en la Mesa del Congreso (evitaron que ese debate llegara al Pleno de la Cámara); aseguraron entonces que crearían una Mesa de Negociación bilateral (PP-Cs) para trabajar sobre el particular y... nunca más nada se supo. Catorce meses después de aquella maniobra PP-Cs, el 25 de mayo del corriente, el PSOE presentó una moción de censura, una moción que, contra (casi) todo pronóstico, salió adelante; y el 2 de junio Pedro Sánchez fue investido presidente. Presidente socialista seis años y medio después de que Rajoy fuera investido como tal por primera vez. El antecesor de Sánchez había ganado las elecciones un 20N (del hoy ya remoto año 2011) y ha gobernado España durante seis años y medio, período durante el cual no ha sido capaz (ni con mayoría absoluta ni sin ella) de sacar adelante una ley de cambio climático y transición energética; período durante el cual ideó un impuesto único en el mundo: el denominado impuesto al Sol.
Balance
Pues bien, ayer, Greenpeace difundió un comunicado en el que hace balance de los (casi) cien primeros días de Sánchez al frente del Gobierno (en realidad "solo" lleva 97). Y en ese primer balance, la organización ecologista señala fundamentalmente en dos direcciones: en dirección a la ley, que aún no ha llegado, y en dirección al impuesto astral, que aún no ha sido derogado. En realidad, el impuesto es más disuasorio -terrorismo regulatorio- que efectivo, pues son muchas las instalaciones que ni siquiera se han registrado, y por lo tanto no lo pagan, y, además, la administración -que Energías Renovables sepa- nunca ha sancionado a ningún "infractor" (sobre el particular hemos venido preguntando periódicamente al Ministerio, que nunca ha podido señalar caso alguno). Además, Bruselas ya ha dicho que no habrá impuesto al Sol en la Directiva de Energías Renovables que debe aprobar definitivamente antes de final de año, por lo que el impuesto de Rajoy y los Nadal tiene los días contados sí o sí.
Gesto público
De todos modos, el gesto de su derogación -gesto público- es esperado por muchos en el sector, sobre todo, de cara a la opinión pública menos informada. La ministra, antes de serlo, siempre dijo que lo derogaría (el propio Pedro Sánchez también se pronunció en ese sentido antes de ser presidente), y probablemente están esperando al momento políticamente idóneo -el más rentable- para materializarlo. Greenpeace sin embargo no quiere más demoras: "es necesario acometer acciones concretas y contundentes antes de que finalice el año". La organización ecologista reconoce que valora "positivamente" el cambio en la posición española en las negociaciones europeas del Paquete de Invierno (paquete legislativo en el que está la directiva de Energías Renovables). Ribera se alineó entonces en Bruselas (estaba recién llegada al cargo) con los países más ambiciosos y logró que el Objetivo Renovable 2030 de la UE fuese el 32%, en vez del 27%, como querían Rajoy-Nadal.
Objetivo 32
Logró el objetivo 32 y dijo contundente no al impuesto al Sol, "pero tres meses después -señalan desde Greenpeace- aún no se ha abolido el impuesto al Sol y no hay un calendario ni hoja de ruta para desbloquear el autoconsumo y en especial el colectivo". En fin, que la oenegé del arcoiris considera que, "a pesar de los gestos positivos, las medidas que el presidente ha tomado en materia de protección del medio ambiente en este período han sido pocas y no están a la altura de la amenaza del cambio climático". Eso, entre las sombras; entre las luces del nuevo Ejecutivo, Greenpeace señala dos muy concretas: "otros pasos positivos -concreta en su comunicado- han sido la decisión del Gobierno de paralizar el permiso de construcción del Almacén para Residuos Nucleares (ATC) proyectado en Villar de Cañas (Cuenca) o la paralización anunciada esta semana de la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí que fue autorizada en 2015" (gobernaba entonces el Partido Popular y el ministro de Defensa era Pedro Morenés).
Del carbón y la nuclear
Otra de las críticas ecologistas señala en dirección al carbón (y la nuclear): "tampoco se ha avanzado en un Plan de Energía y Clima que incluya fechas de cierre carbón y nuclear antes de 2025 y objetivos de renovables que aseguren que el sistema energético español sea 100% renovable antes de 2050", critican los ecologistas. Más aún: "en estos 100 días se ha hablado mucho pero no se ha tomado ninguna decisión efectiva sobre la reducción de la demanda de petróleo para el transporte y la mejora de la calidad del aire en las ciudades, que debería empezar con el fin de los privilegios fiscales para el diésel tal y como ha anunciado Pedro Sánchez y determinar un calendario para el fin del uso de combustibles fósiles en automoción".
Según el director de Greenpeace, Mario Rodríguez, "los 100 primeros días de gobierno han primado los anuncios positivos pero, en los próximos cien días, esos anuncios deben materializarse en medidas concretas como la ley de cambio climático, la derogación del impuesto al sol o la derogación de la Ley Mordaza, que no admiten más dilaciones. Al igual que en otros ámbitos -ha añadido Rodríguez-, demandamos al presidente del Gobierno gestos que visualicen la importancia del medio ambiente en su agenda como la demolición del Algarrobico”.
En términos de calidad democrática, el proceso de derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana continúa estancado, a pesar del insistente anuncio del gobierno de acelerar los trámites para la definitiva desaparición de un texto legal que limita de forma preocupante los derechos fundamentales de la ciudadanía.
Greenpeace habla también de comercio
"En el ámbito internacional -señalan los ecologistas-, el gobierno de Sánchez ha dado luz verde a la firma del acuerdo entre la UE y Japón, olvidando los Principios para los Tratados Comerciales que el Comité Federal del PSOE aprobó el pasado 28 de mayo". En ese sentido, Greenpeace denuncia que "este tratado incumple más de la mitad de los 10 principios del PSOE, y sigue la estela de otros tratados comerciales que agudizan los problemas generados por la globalización comercial al tiempo que ponen en riesgo los estándares ambientales y ningunean el cumplimiento de acuerdos multilaterales como el Acuerdo de París o los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas".
Greenpeace señala las 14 "medidas urgentes que no pueden esperar otros 100 días" de Gobierno Sánchez
