El analista estadounidense y experto en renovables Paul Gipe, en un artículo publicado en Renewable Energy World, afirma que las Feed-in Tariffs (FIT) que maneja el gobierno japonés figuran entre las más altas del mundo y podrían propiciar el más importante desarrollo de la política energética renovable en todo el mundo.
Esta propuesta supone un giro notable en la política energética japonesa, que ha dado la espalda definitiva a la energía nuclear después de que los gobiernos regionales (prefecturas) exigieran a los dueños de las centrales que implanten las nuevas medidas de seguridad aprobadas tras las explosiones de los reactores de Fukushima. Pero sus propietarios no pueden afrontar semejante gasto, y tienen que cerrar. En otras palabras, las medidas de seguridad para evitar nuevos desastres nucleares hacen inviable económicamente la energía nuclear.
Las tarifas incluyen las energías eólica, geotérmica, hidroeléctrica, solar fotovoltaica biogás y tecnologías de biomasa. Se prolongan entre diez y 20 años y varían según el tamaño de las instalaciones, pero el número de categorías es limitado. Así, sólo hay dos tramos para la energía eólica, solar fotovoltaica y geotérmica, tres de hidráulica.y una para el biogás. Otros países, como Canadá, incluyen hasta ocho tramos diferentes para la solar FV y hasta seis para el biogás.
Para instalaciones fotovoltaicas de menos de 10 kW se establecerá una tarifa de 0.40€/kWh durante 20 años. Esto es, aproximadamente, el doble de lo que habitualmente se paga en Europa. Para la tecnología minieólica, la tarifa llegará a 0,559 €/kWh para instalaciones de menos de 20 kW, lo que la convierte en la más alta del mundo.
Está previsto que las nuevas tarifas entren en vigor el próximo mes de julio, después de que el Ministerio de Economía, Comercio e Industria las confirme a finales de este mes de mayo.
Fuente: Renewable Energy World