El circuito acondicionador, nombre que recibe este dispositivo, es en realidad un convertidor capaz de mantener el abastecimiento continuo a fin de evitar daños. Este mecanismo incluye unos interruptores bidireccionales controlados mediante un módulo que realiza el troceado de corriente alterna.
El objetivo es simplificar y reducir el número de componentes de las soluciones convencionales, así como facilitar su manejo, obteniendo, además, un circuito acondicionador de menor coste. Por un lado, el circuito acondicionador de líneas de potencia (convertidor) proporciona la energía que falta en caso de cortes y ayuda a mantener la tensión en los terminales de la carga crítica.
Por otro, lo puede utilizar el consumidor final en aplicaciones de baja tensión, conectado delante de cualquier equipo electrónico: el dispositivo, en condiciones normales –cuando la red eléctrica funciona adecuadamente– trabajaría en modo "bypass", entregando directamente energía de la red a la carga.
Según Andalucía Investiga, programa de divulgación científica de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, este sistema se aplica tanto en el sector de la electrónica industrial, como en los sistemas de calefacción, control de iluminación, motores de inducción, en ventiladores y bombas, etcétera, para contrarrestar los huecos de tensión (caída de tensión que dura desde 10 milisegundos hasta varios segundos) y las interrupciones momentáneas o microcortes, que son las que más afectan a los circuitos de potencia utilizados en los equipos electrónicos de dichos sectores.
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