Con esta iniciativa, la compañía pretende reducir el impacto ambiental de sus actividades empresariales y se convierte en el mayor comprador de esos certificados en Estados Unidos, según datos de la Agencia para la Protección del Medio ambiente del país (Environmental Protection Agency, EPA).
Los certificados de energía renovable son unas "unidades de cambio" en el mercado de la energía verde que acreditan el origen renovable de la electricidad. La EPA calcula que la compra anunciada por Intel tiene un impacto ambiental equivalente a la retirada de más de 185.000 vehículos de las carreteras cada año (o al apuntado sobre los 130.000 hogares).
La adquisición de Intel, que incluye una combinación de energía eólica, solar, hidroeléctrica y de biomasa, será operada por Sterling Planet, empresa especializada en el suministro de energías renovables y el diseño de programas de eficiencia energética y soluciones bajas en carbono. La operación será certificada mediante el programa Green-e del Center for Resource Solutions, organismo sin ánimo de lucro que verifica productos energéticos verdes.
"La compañía espera que esta cifra récord sirva de ayuda para estimular el crecimiento del mercado de la energía ecológica, algo que, a su vez, puede impulsar la generación de más energía de este tipo para, en último lugar, reducir sus costes", apunta Intel en un comunicado.
Más información:
www.epa.gov
www.green-e.org
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