La Cumbre de Acción Climática de la ONU, celebrada esta semana en Nueva York, ha puesto el foco en la urgencia de actuar, de hacer frente ya a los impactos del cambio climático que son reales en la vida de las personas. Es el momento de la acción y para eso es imprescindible contar con buena y rigurosa información. Tomar decisiones requiere personas informadas y por eso la labor del periodista es hoy más importante que nunca. El contraste de fuentes y dar voz a los expertos acreditados es tarea diaria de los profesionales de la información.
Cuando leemos que los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia y las temperaturas invernales del Ártico han aumentado 3°C desde 1990, debemos saber quién lo dice y qué datos maneja. Y cuando oímos que el verano de 2019 ha sido seco, y que las precipitaciones del año hidrológico y del año natural, un 15% y un 23% respectivamente por debajo de lo normal, convierten a estos años en los terceros más secos del siglo, la fuente es importante. En este caso la Aemet.
Trabajar con datos, saber ponerlos en contexto, recurrir a las fuentes indicadas y detectar bulos, es donde los periodistas ambientales nos sentimos como pez en el agua. Los periodistas ambientales estamos empoderados para entender lo que está pasando. La transformación social y económica que ya está en marcha, y tiene un trasfondo ambiental.
El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son fenómenos de escala planetaria y que afectan a todos sus habitantes, aunque no en la misma medida. Desde mayores a niños, hombres y mujeres, asiáticos y europeos. La extensión de los efectos ha llevado a la movilización de los jóvenes. Los hijos y nietos han tomado las calles y han alzado la voz para exigir a los gobiernos, empresas e instituciones que actúen.
La ONU propone acciones en finanzas para impulsar la descarbonización; en transición energética para acelerar el cambio de combustibles fósiles hacia las energías renovables; en transición industrial; medidas basadas en la naturaleza; acción local y en ciudades; y acciones de resiliencia y adaptación.
En estos seis campos hay que integrar a los jóvenes, porque son los que van a implementar las acciones en el futuro y los que hoy se están movilizando por el cambio.
Desde la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) nos sumamos al Manifiesto por la Huelga mundial del Clima del 27 de septiembre porque como recoge el texto “los medios de comunicación tienen un papel fundamental para transmitir esa realidad”. Los medios son los que dan voz a la comunidad científica, contrastan datos, recaban las consecuencias y cuentan la realidad.
En un mundo donde se prima la inmediatez de las redes sociales no se pueden saltar pasos y publicar sin contrastar. Los medios de comunicación, ya sean en su versión online o en papel, radios o televisiones, transmiten noticias, no rumores, por eso el periodista sigue siendo necesario.
Los medios de comunicación tienen un papel clave en la lucha contra el cambio climático también. Desde los medios se pueden contar las acciones concretas que ya se están realizando, acciones que en muchas partes del mundo suponen la mitigación de los efectos del cambio climático, la adaptación y la resilencia. Ejemplos de cómo es posible reducir las emisiones, la contaminación, mejorar la salud de los ciudadanos, consumir de forma respetuosa con la biodiversidad y adaptar los negocios a un mundo cambiante.
Les dejo algunos ejemplos de lo que APIA hace, en su ámbito, frente al cambio climático: en cada una de nuestras jornadas trabajamos con proveedores de comercio justo y ecológico, potenciamos el trabajo en red y por videoconferencias para reducir los desplazamientos, optamos por el tren frente al avión cuando es posible, calculamos la huella de carbono de nuestro Congreso bienal y compensamos las emisiones en un proyecto en la Amazonía peruana, trabajamos con proveedores locales, usamos al transporte público y fomentamos el reciclaje.
Más de 60 medios de comunicación, entre ellos APIA, se han adherido al Decálogo de recomendaciones para informar sobre el cambio climático, que promovió ECODES. Destacaré cuatro puntos fundamentales a la hora de informar sobre el cambio climático: incidir no sólo en los impactos del cambio climático sino también en las causas y las soluciones; conectar el fenómeno del cambio climático con realidades cercanas en el espacio y tiempo para demostrar que el cambio climático no es futuro sino presente; divulgar la investigación científica en torno al cambio climático; y contar con redacciones especializadas.
Es fundamental que los ciudadanos se sientan identificados con el fenómeno del cambio climático, que no les sea ajeno, porque son parte de la solución y como consumidores, clientes y pacientes sus decisiones, nuestras decisiones, son importantes y tienen sus efectos en el modelo de sociedad que queremos tener.
Para que los ciudadanos, empresarios y políticos estén bien informados, una prensa especializada es indispensable. La especialización en medio ambiente es fundamental para que los textos y reportajes sean rigurosos. El medio ambiente necesita de periodistas especializados, que dominen el lenguaje climático y que huyan de tecnicismos. Las redacciones deben contar con periodistas que sepan la importancia de lo que nos jugamos y que sepan ver la trasversalidad de la información. Un periodismo de calidad necesita profesionales que cubran los temas ambientales de forma continuada, sin ser el periodista para todo. La mejor forma de asegurar un trabajo independiente, riguroso y de calidad es garantizando una remuneración digna a los profesionales de la información encargados de desarrollarlo.
Para que el ciudadano se sienta informado en materia de cambio climático, son necesarias secciones fijas en prensa escrita y digital, así como en las escaletas de los programas de radio y televisión, destinadas a abordar temas relacionados con la sostenibilidad, el medio ambiente y el calentamiento.
El cambio climático es una realidad y los periodistas ambientales estamos aquí para contarla.