La instalación pertenece a Enel Green Power North America, subsidiaria de la italiana Enel y genera energía de manera más eficiente gracias al aporte complementario de paneles solares fotovoltaicos y un sistema termosolar, que aportan energía en los días más soleados y calientes, cuando la producción geotérmica es inferior a la media, según explicaron representantes de la compañía en el acto de inauguración.
"Las lecciones que estamos aprendiendo en esta instalación geotérmica-solar serán claves para el desarrollo de otras plantas híbridas en todo el mundo", dijo Francesco Starace, consejero delegado de Enel. Marin Keller, director del NREL, explicó, por su parte, que se trata de una tecnología de vanguardia “que ayudará a cumplir los compromisos del gobierno de Estados Unidos esbozados en las conversaciones previas a la cumbre del Clima de París y a acelerar drásticamente el ritmo de innovación de las tecnologías energéticas".
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La planta geotérmica Stillwater, que se localiza en el estado de Nevada, a unos 100 km al este de Reno, comenzó a proporcionar energía en 2009 para la compañía NV Energy en 2009. En 2011, Enel anuncio que iba a equipar la instalación, que tiene 33,1 MW de potencia geotérmica instalada, con 89.000 paneles fotovoltaicos para compensar la reducción de la producción de energía debido a las altas temperaturas durante las horas del mediodía de verano.
El componente fotovoltaico (26,4 MW) se añadió en 2012 y el nuevo sistema de energía solar termoeléctrica (2 MW) comenzó a operar el año pasado. Previamente, en 2012, el Departamento de Energía de EEUU apoyó este proyecto con 40 millones de dólares. La planta híbrida Stillwater ha sido distinguida por la Asociación de Energía Geotérmica de EEUU con cuatro premios entre 2012 y 2015 por sus avances tecnológicos.