La vitola verde que suele acompañar permanentemente a Iberdrola no parece responder a la realidad de la producción de su parque de generación, al menos a tenor de los datos que la propia compañía ha facilitado a la CNMV en su Balance Anual 2023. Y es que Iberdrola, cuyo principal accionista es el fondo soberano de Catar, no solo produce en España en sus centrales nucleares más electricidad que en sus parques eólicos, sino que, además, a escala global, sigue generando también más electricidad (mucha más electricidad) en centrales térmicas que queman gas natural (Catar es uno de los principales productores de gas natural del mundo) que en sus parques eólicos. Según el Balance 2023 que obra en poder de la CNMV, Iberdrola ha producido en todo el mundo en 2023 en sus centrales de ciclo combinado (que queman gas natural para producir electricidad) más de 17.000 gigavatios hora de energía eléctrica, mientras que sus parques eólicos han generado en el mismo lapso (2023) poco más de 13.500 gigas hora. Si a la generación con gas se le suma la nuclear (5.289 gigavatios hora), resulta que Iberdrola produce un 70% más electricidad con uranio y gas que con eólica. [Bajo estas líneas, tabla con la producción de electricidad de Iberdrola, por tecnologías, en 2023, en España. Fuente: Iberdrola].
En resumen, tanto a escala global como a escala nacional, Iberdrola genera mucha más electricidad con tecnologías de elevado impacto ambiental (gas-CO2, uranio-residuos radioactivos) que con fuentes renovables. En todo caso, cierto es que la compañía está embarcada en su particular transición, y ha cerrado 2023 con un parque de generación renovable que rebasa los 42.000 megavatios de potencia (42.175 MW), tras añadir unos 3.250 MW nuevos en los últimos 12 meses. Pero tan cierto como que la "transición" de Iberdrola va más aprisa allende las fronteras que en España. Porque si el Grupo genera energía 100% libre de emisiones en países como el Reino Unido, Brasil, Francia, Italia, Alemania, Polonia, Portugal, Grecia, Rumanía o Bulgaria, en España aún está lejos de hacerlo (el año pasado Iberdrola produjo aquí con gas alrededor de 8.000 gigavatios hora de electricidad).
[Bajo estas líneas, parque de generación de Iberdrola en España al cierre del año 2023. Fuente: Iberdrola]
Credenciales
Iberdrola suministra energía a casi 100 millones de personas en decenas de países. Sus principales mercados son Europa (España, Reino Unido, Portugal, Francia, Alemania, Italia y Grecia), Estados Unidos, Brasil, México y Australia, si bien también está presente en mercados en crecimiento como Japón, Taiwán, Irlanda, Suecia y Polonia, entre otros. La empresa declara una plantilla de más de 40.600 empleados y unos activos superiores a 154.600 millones de euros. En 2022, y según reza en su perfil corporativo, Iberdrola facturó cerca de 54.000 millones de euros. Los principales accionistas de Iberdrola son el fondo soberano de Catar (Qatar Investment Authority), el fondo estadounidense BlackRock y el banco público Norges de Noruega.
Qué es el gas natural
El gas es un combustible fósil cuya extracción, transporte y quema produce gases de efecto invernadero, desencadenantes de cambio climático (el metano es el componente fundamental del gas natural: el 97% del gas natural es metano).
El metano es un gas con un potencial de calentamiento global 86 veces superior al del CO2 en los primeros 20 años de vida (emitir un kilogramo de metano es equivalente a emitir 86 de CO2). Cada vez más investigaciones científicas demuestran que las fugas de metano no han estado bien contabilizadas y representan un problema climático mayor del que se creía.
El Grupo de expertos Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC son sus siglas en inglés) define las emisiones fugitivas como “la liberación intencional o no intencional de los gases de efecto invernadero durante la extracción, el procesamiento y la entrega de los combustibles fósiles al punto de utilización final”.
El informe Smoke and mirrors, de Bankwatch Network, publicado en enero de 2018, concluye que “los valores de emisiones fugitivas en más de la mitad de los escenarios están alrededor del umbral del 3% definido por la Agencia Internacional de la Energía, más allá del cual el gas fósil deja de ofrecer un beneficio climático en comparación con el carbón”.