El Brasil de Bolsonaro está en el objetivo de Iberdrola, cuyo presidente, José Ignacio Sánchez Galán, no ha perdido la oportunidad de entrevistarse con Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados de la gran nación del cono sur americano (y gran artífice por cierto de la reforma de las pensiones que acaba de alumbrar el Gobierno de Bolsonaro). Tras el encuentro (que ha tenido lugar en el marco de la visita oficial de Maia a España), la compañía Iberdrola ha difundido un comunicado en el que reafirma su compromiso de invertir alrededor de 30 billones de reales (más de 6.000 millones de euros) durante los próximos cinco años, “con el objetivo de seguir creciendo, principalmente, en las áreas de energías renovables y redes eléctricas”. Brasil también ha estado en el punto de mira Red Eléctrica de España, que adquirió el pasado 22 de noviembre, junto a la compañía colombiana Grupo Energía Bogotá SA ESP (GEB), y a partes iguales, el 100% de las acciones ordinarias de Argo Energía, sociedad propietaria de tres concesiones de transporte eléctrico en Brasil por un plazo de 30 años. El acuerdo incluye un total de 1.460 kilómetros de circuito de 500 kV y 230 kV y 11 subestaciones, de los que 1.150 kilómetros y 5 subestaciones se encuentran en explotación desde octubre de 2019 (el precio final de la adquisición del 50% ha sido de 382 millones de euros al tipo de cambio anunciado en la transacción).