En TBB se podrán ver las últimas tendencias del mercado y nuevas vías de acceso al mismo, tecnologías innovadoras y modelos de negocio que están cambiando la forma en que nos ocupamos de la energía, más de 150 innovaciones revolucionarias para mejorar el desarrollo tecnológico, ideas para optimizar la inversión en I + D y minimizar el riesgo. “El futuro de la energía sostenible ya está sucediendo. Y TBB pretende ofrecer la oportunidad de ser parte de ese futuro”, dice uno de los eslóganes del evento.
“TBB es una plataforma de encuentro entre los actores del sector de la energía ya consolidados y los emprendedores y start-ups que están empezando pero que llegan con muy buenas ideas. No es una feria, queremos que se inicie el diálogo, que haya transacciones”, explica Elena Bou.
Es la tercera edición y TBB va viento en popa. Porque en la primera edición, celebrada también en Barcelona, participaron 45 start-ups. En la segunda, que tuvo lugar en Berlín, llegaron a 105. Y este año esperan a 160.
“Todos vienen enamorados de la tecnología y a todos les decimos lo mismo: tu empresa no se construye en el laboratorio, se construye el día que empiezas a emitir tus primeras facturas, es decir, cuando tus ideas han encontrado vías de acceso a los mercados”. Las grandes empresas ya consolidadas tienen otros problemas, hay mucha maquinaria que mover y a veces les da pereza embarcarse en temas de innovación. “Pero para sobrevivir hoy tienen que innovar, y además hacerlo rápidamente”, explica Bou. “¿Has visto alguna vez bailar a un elefante? Pues eso es una gran corporación intentando innovar. De ahí que se necesite de otras empresas más flexibles para hacer posible el nacimiento de nuevas ideas”.
Aquí ganan todos
¿Y qué ganan las start-ups? “Acceso a los mercados, músculo financiero y credibilidad”. Cualquier emprendedor que lo haya intentado por su cuenta sabe de la dificultad para que el director de innovación de una gran empresa se ponga al teléfono y le escuche cinco minutos. “Ahí es donde entra KIC InnoEnergy. Porque podemos decirles a esos grandes: sabemos que estás buscando esto y tenemos la start-up que ofrece una solución”.
Este tipo de comportamientos empresariales es más acentuado en unos sitios que en otros y tiene un componente socio-cultural. En España, por ejemplo, lo tenemos difícil. “Las empresas con un carácter innovador en su ADN son empresas más abiertas. Los nórdicos son más abiertos que los mediterráneos. En Francia o en España emprendedores y empresas parecen temer que les roben las ideas. Y en energía, o eres abierto y compartes, o no haces nada”. En todo caso, “la idea no es lo más relevante porque la clave es el acceso al mercado”.
En el TBB de Barcelona se verán las caras emprendedores de 26 países, y en torno a un 18% son start-ups españolas. Y entre los ocho campos temáticos sobre los que trabaja KIC InnoEnergy el peso de las renovables, el almacenamiento energético o la eficiencia dominan con claridad. “Es el pulso, el apetito de los emprendedores y del mercado. Se nota claramente en el tema del almacenamiento, pero también en las soluciones de software, por ejemplo”, apunta Elena Bou.