En el encuentro, que contó con la asistencia de ministros de 40 países –reunidos para debatir sobre los avances en la generación de energías renovables y el creciente coste de la inacción ante el aumento de las temperaturas– Guterres señaló que “hay mucha incertidumbre e inestabilidad en nuestro mundo”, pero subrayó que, a pesar de las tensiones mundiales, las energías renovables están contribuyendo de manera muy significativa al crecimiento económico.
“2024 fue oficialmente un año récord para la producción mundial de energías renovables, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA)”, dijo Guterres en su intervención. “Las energías renovables representaron más del 92% de toda la nueva capacidad eléctrica instalada el año pasado (en el mundo), lo que equivale a la capacidad eléctrica total de Brasil y Japón juntos”, añadió. “En Europa, la capacidad aumentó un 9%, con Alemania aportando más de una cuarta parte de ese crecimiento, mientras que la de África creció casi un 7%”, continuó el secretario general de la ONU.
“Todo esto es otro recordatorio de una verdad del siglo XXI: Las energías renovables están renovando las economías”, afirmó. Están “impulsando el crecimiento, creando empleo, reduciendo la factura energética y limpiando nuestro aire”. En India, representaron el 5% del crecimiento del PIB en 023, el 6% del de Estados Unidos y un tercio del de la UE, señaló.
Otro aspecto que puso de relieve es que “el coste de la energía eólica ha bajado un 60% desde 2010 y la energía solar es ahora un 90% más barata”.
Sin embargo, “los retos climático se acumulan”, prosiguió, y recordó que, como ha confirmado la Organización Meteorológica Mundial, 2024 fue otro año de récords climáticos alarmantes ny, por primera vez, las temperaturas globales se situaron 1,5°C por encima de los niveles preindustriales durante un año natural.
Hace falta liderazgo
“Los científicos son claros: todavía es posible cumplir el límite de 1,5 grados a largo plazo”, subrayó el secretario general. “Pero requiere medidas urgentes. Y requiere liderazgo”.
En esta línea, Guterres recordó que las nuevas NDC (contribuciones determinadas a nivel nacional) deben presentarse antes de septiembre de 2025. “Estos planes deben alinearse con el objetivo de 1,5ºC y reducir colectivamente las emisiones en un 60% para 2035, en comparación con los niveles de 2019”, pidió que los esfuerzos deben hacerse de acuerdo con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Pero, de acuerdo con Guterres, “todo el mundo debe hacer más”.
Las naciones más industrializadas del G20 -responsables de la mayoría de las emisiones mundiales- deben liderar el camino, dijo. “Cuento con el liderazgo de las presidencias de la COP29 y la COP30 para elaborar una hoja de ruta creíble que movilice 1,3 billones de dólares al año de aquí a 2035”, declaró el secretario general de Naciones Unidas.
También pidió que se duplique la financiación de la adaptación hasta alcanzar al menos los 40.000 millones de dólares anuales para finales de este año y que se hagan contribuciones serias al Fondo de Pérdidas y Daños. Para conseguirlo, “es vital una mayor colaboración entre gobiernos, sociedades y sectores”.
Este año de 2025 marca un hito: el décimo aniversario del Acuerdo de París y la fecha límite para que los países presenten sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional diseñadas para mantener vivo el objetivo global de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.