Greenpeace pide a los ministros europeos de Energía que protejan las energías renovables

El Consejo de Pamplona que se celebra del 26 al 28 de abril servirá para que los ministros europeos de Energía debatan la liberalización del mercado eléctrico. Greenpeace ha pedido que la reunión sirva también para optar por las energías renovables y rechazar la proliferación de centrales térmicas.

En una acción sorpresa, realizada entre las 2:00 y las 3:00 horas de la madrugada de hoy, miembros de Greenpeace han proyectado sobre la central térmica de As Pontes de García Rodríguez (A Coruña) una gran imagen del signo "–" con el que la organización ecologista "quiere identificar a los combustibles fósiles como energía negativa. As Pontes es la central térmica más contaminante de España, pues emite a la atmósfera unos 11 millones de toneladas de CO2 al año procedentes de la combustión de carbón".

Posteriormente, a las 11:30 de la mañana, los ecologistas se han dirigido al parque eólico de Somozas, cercano a la térmica, donde han desplegado una gran pancarta con un signo "+", puesto que este parque, que produce energía limpia a diario con sus 80 aerogeneradores, "es un ejemplo de una solución tecnológica que está creciendo rápidamente". España cuenta en la actualidad con más de 3.337 MW eólicos instalados, y Galicia está a la cabeza de las comunidades autónomas, con 973 MW.

Eólica, una solución eficaz
Ayer, los responsables de las campañas de energía de Greenpeace estuvieron en Santiago de Compostela, para transmitir a los asistentes al 4º Encuentro Interparlamentario sobre Energías Renovables en la UE los objetivos de la campaña ecologista para el Consejo de Ministros de Energía de la UE, que tendrá lugar en Pamplona del 26 al 28 de abril.

Greenpeace quiere que la liberalización del mercado eléctrico en la Unión Europea "elimine los privilegios de que gozan las energías sucias y asegure la prioridad a las energías renovables. Una vez acordada la ratificación del Protocolo de Kioto sobre cambio climático, Europa ya no puede llevar a cabo una liberalización que ignore los impactos ambientales de la energía.

"La liberalización del sector eléctrico no puede hacerse a costa del medio ambiente. Es inadmisible que los consumidores sigan obligados a subvencionar las energías causantes de graves problemas como el cambio climático, mientras se ponen continuos obstáculos al crecimiento de las renovables", afirma José Luis García Ortega, responsable de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace España. "La proliferación de centrales térmicas supone el mayor factor de emisión de CO2, y la energía eólica es hoy la solución más eficaz".

Sobre la liberalización
Greenpeace ha propuesto a ministros y parlamentarios varios puntos esenciales para que el debate sobre la directiva de liberalización concluya con resultados aceptables:

– Dejar que los consumidores sepan lo que están comprando: Desglose. Los consumidores deben tener información sobre el origen de la electricidad que están comprando, y poder usar esa información para distinguir entre posibles opciones. El Parlamento Europeo ha propuesto reforzar la directiva, que requiere el desglose a los consumidores de los tipos de centrales utilizadas para producir la electricidad, y los niveles de contaminación asociados.

– No permitir que la liberalización arruine la eficiencia energética: Gestión de la demanda. La promoción directa de la eficiencia energética usando un fondo especial, procedente de las tarifas de electricidad, sería la mejor manera de asegurar el éxito en un mercado liberalizado. La eficiencia es la piedra angular de la sostenibilidad en el sector eléctrico
y debe empezar a tratarse como tal.

– Internalización de costes externos: las implicaciones ambientales del uso de la energía deben reflejarse en los precios. Es necesario añadir un recargo en las tarifas basado en las emisiones generadas al producir la electricidad, de forma que quien consuma energía procedente de fuentes sucias pague más que quien lo haga de fuentes limpias.

– Aumentar la estabilidad, la seguridad y la protección ambiental con la descentralización.

– Crear una igualdad de oportunidades en la UE; los fondos para el desmantelamiento nuclear sólo deberían poder usarse para ese fin.

– Las importaciones de electricidad deberían al menos cumplir los niveles de la UE.

– La construcción de líneas eléctricas lleva a un mayor dumping de electricidad sucia.

La iniciativa de Greenpeace se enmarca en una campaña para impulsar la capacidad de elección de los consumidores, llamada "Elige energía positiva", con la que pretende que se garantice el derecho a saber y el derecho a elegir la energía que consumimos. La campaña busca un compromiso a favor de las energías renovables y la eficiencia energética tanto en Europa como en los países en vías de desarrollo.

Más información:
www.greenpeace.es

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