Greenalia registró un resultado atribuido negativo de 53.605 euros en 2019, frente a las ganancias de 394.213 euros obtenidas en el ejercicio anterior, pero aún así aumentó sus ingresos en un 13%, según los datos aportados por el CEO de la compañía, Manuel García, al presentar esta mañana los resultados de la compañía. El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo se situó en los 3,33 millones de euros, con un crecimiento del 41%.
La puesta en marcha del I Plan de Sostenibilidad de Greenalia 2019-2023, dijo García, está marcando la hoja de ruta de la compañía. Sus primeros resultados han podido ser evaluados ya en la memoria de la empresa, y reflejan que Greenalia ha alcanzado la neutralidad en carbono, “un hito del que estamos muy satisfechos, pero que nos exige ir más allá en ese compromiso que tenemos con el planeta y nuestro entorno más cercano”.
Enmarcado en ese compromiso de sostenibilidad, el CEO de Greenalia indicó que en este ejercicio se pondrá en marcha la Fundación Greenalia para la transición energética. “En un momento tan complejo como el que vivimos, con los efectos de la crisis del COVID-19, es más importante, si cabe, incrementar ese compromiso ambiental y social”, señaló Manuel García.
Eólica y biomasa, las estrellas de 2019
En cuanto a proyectos desarrollados, Manuel García subrayó la importancia de la puesta en marcha del parque eólico de Miñón (el primero de la compañía, en funcionamiento desde diciembre) y la planta de biomasa de Curtis-Teixeiro. Según los datos de la empresa, estos proyectos tuvieron un impacto económico directo de más de 50 millones de euros en más de 200 empresas de Galicia contratadas para la construcción de las plantas, que generaron 1.600 empleos.
En la planta de biomasa Curtis-Teixeiro se invirtieron 135 millones. Las previsiones son que esta instalación genere unas ventas anuales de 37 millones en 2021 y un Ebitda anual de 17 millones (20 en todo el grupo considerando la integración vertical del suministro). Todo ello siempre que la actual situación no lo impida, porque la instalación –la primera gran planta de generación de energía eléctrica con biomasa forestal de Galicia– lleva casi parada varias semanas. Aunque tiene la autorización para vender electricidad desde el 1 de marzo, en esas fechas aún se encontraba realizando las pruebas finales, y los técnicos encargados de supervisarlas no han podido viajar a Galicia por el cierre de fronteras por el coronavirus.
En lo que se refiere a eólica, el inicio de la actividad del parque de Miñón permitirá generar unas ventas anuales de más de 3 millones y un Ebitda de más de 2,2 millones al año. Otro dato aportado en la presentación de resultados es que desde la salida a bolsa de Greenalia, el 1 de diciembre de 2017, la compañía se ha revalorizado un 368%, y un 30% durante el ejercicio 2019.
Objetivos para 2020
Con respecto a los objetivos del grupo para este año, Greenalia prevé consolidar su cartera, que ya cuenta con 2 GW con acceso a red concedidos diversificado en tres tecnologías y con distintos estados de madurez. La previsión de Greenalia es poner a lo largo de 2020, dentro del proyecto Eolo I, los parques eólicos de Ourol (Lugo) y Alto da Croa I, Alto da Croa II y Monte Tourado (A Coruña). Para el primero de ellos (Ourol), se prevé su entrada en funcionamiento antes del verano y los otros tres antes de finalizar el año.
