El proyecto de mejora de la Desaladora de Arucas-Moya tiene un presupuesto de 590.000 euros, mientras que la puesta en marcha de la instalación solar fotovoltaica ha demandado una inversión de 466.000 euros, "un esfuerzo económico necesario -asegura el Cabildo- para mantener el abastecimiento en el norte de la isla, donde las tres desaladoras -Moya-Arucas, Roque Prieto y Bocabarranco-, han tenido que funcionar al cien por cien durante los dos últimos años debido a la sequía" (el Cabildo tiene ya en marcha además la ampliación de Roque Prieto, por diez millones de euros).
En la Desaladora de Arucas-Moya, el Cabildo ha reemplazado las membranas de uno de sus dos módulos por otras "más eficaces y de bajo consumo". Según el ente insular, la sustitución de estas membranas hará además "innecesario el uso del bastidor de refino, lo que se traduce en otro recorte del gasto energético, que se suma al que aportará el rediseño del sistema de alta presión". Tras la obra, la Desaladora -explican desde el Cabildo- incrementará su eficiencia en un 40% y recuperará su volumen de producción de 15.000 metros cúbicos diarios (la mitad, para abasto, y la mitad, para agricultura).
Más allá de los aspectos cuantitativos, el Cabildo destaca "los cualitativos, pues la planta pondrá a disposición de la agricultura aguas de mayor calidad, con menor salinidad y un porcentaje de boro también inferior". Así, esta desaladora contribuirá a elevar la cifra top de 11 millones de metros cúbicos de agua que alcanzarán este año las desaladoras del Cabildo grancanario para afrontar la escasez de lluvias.
La segunda gran actuación
En cuanto a la instalación solar fotovoltaica para autoconsumo, ocupa 2.250 metros cuadrados de un depósito regulador (de modo que aprovecha una superficie que no tenía otro uso) y está integrada por 860 paneles solares. El Cabildo estima que la electricidad que generen equivale a la que produciría la combustión de 75 toneladas de petróleo al año, por lo que evitará la emisión de 371 toneladas de CO2 a la atmósfera. El Gobierno insular, que ha invertido en esta obra 466.000 euros, estima que su nueva instalación solar FV, que cuenta con una potencia de 260 kilovatios, generará unos 450.000 kilovatios hora anuales y ahorrará 50.000 euros en la factura cada año.
Tras la planta fotovoltaica ejecutada en la Desaladora de Bocabarranco, esta es la segunda gran actuación que culmina el Cabildo dentro del Plan Renovagua, dotado con 18 millones, y cuyo objetivo es instalar 10 megavatios de potencia en las centrales del Consejo Insular de Aguas. Se trata -informa el Cabildo- de 36 acciones (incluidos cuatro aerogeneradores), "para dejar de importar 4.700 toneladas de petróleo, de emitir 17.500 toneladas de dióxido de carbono, y ahorrar 2 millones de euros al año en la senda hacia la ecoisla de la mano de sus grandes aliados, sol y el viento de Gran Canaria".