La reforma prevista incluye una tasa a la generación renovable de 850 millones y se aplicará según la eficiencia de las plantas. Otra tasa gravará también a la hidráulica y la nuclear, con lo que el coste de la reforma para las eléctricas tradicionales será de otros 1.900 millones, recoge hoy Cinco Días.
El criterio de eficiencia para cada tecnología dependerá del ratio que se aplique, pero todo parece indicar que la fotovoltaica y la termosolar serán las más perjudicadas por este nuevo impuesto dado que el precio de la energía que producen es más, hoy por hoy, más caro que la eólica. En todo caso, el “palo” para las renovables tendrá consecuencias sobre las empresas del sector, con menos capacidad que las grandes eléctricas para hacer frente a un incremento de gastos de este calibre.
“El Gobierno opta por una tasa ante la dificultad jurídica de recortar las primas del régimen especial –apunta el periódico económico–. Se calcula que de los 4.500 millones que el Gobierno pretende aportar al sistema eléctrico, entre recorte de costes, nuevas tasas y subidas de la luz, 1.900 millones de euros corresponderán a las utilities tradicionales”.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, también ha apuntado la posibilidad de recortar la llamada interrumpibilidad, un precio especial del que disfrutan los grandes consumidores industriales a cambio de que puedan sufrir cortes en el suministro eléctrico, algo que en realidad no ocurre desde hace años.
“Otro de los pilares de la reforma, la subida del impuesto de hidrocarburos o el de la electricidad que grava la factura de la luz, está en entredicho ante la dificultad de establecer un vínculo entre los ingresos que se recauden y la financiación de costes del sistema eléctrico, como las primas de las renovables. La propuesta del ministro Soria y del jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, está siendo desmontada en Hacienda”.
El Gobierno podría aprobar a lo largo de este mes de julio una subida de los peajes de acceso, que no fue incluida por problemas de procedimiento en la subida de la luz de casi el 4% que entró en vigor ayer, y que solo refleja la parte correspondiente al precio de la energía. Para revisarlos, Industria debe remitir una propuesta de orden ministerial a la Comisión de la Energía (CNE), que debe emitir un dictamen preceptivo. Podría hacerlo con carácter retroactivo desde el día 1.
En todo caso, está por ver que estas medidas sirvan para acabar con el déficit de tarifa, como pretende el Gobierno. O será precisa una reforma energética en profundidad que establezca cambios importantes en la fijación de precios de generación y que replantee muchos de los conceptos que se pagan hoy en la tarifa eléctrica.